Mejía emitió $110,000 millones inorgánicos

Mejía emitió $110,000 millones inorgánicos

POR MANUEL JIMENEZ
La administración del ex presidente Hipólito Mejía pudo ir en auxilio de los ahorrantes de los bancos quebrados en el 2003, gracias a la emisión de RD$110,000 millones inorgánicos, pero esto agravó la crisis económica y financiera que estaba en curso, aseguró el presidente Leonel Fernández y los funcionarios de su gabinete Económico.

Fernández, respaldado por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, dijo que esa emisión provocó una expansión de la masa monetaria que, a su vez, aceleró la devaluación de la moneda y llevó la tasa de inflación a niveles sin precedentes.

 Valdez Albizu manifestó que esa emisión hizo que la masa monetaria en circulación para esa fecha aumentara tres veces y que esa situación  representó un impacto negativo para la economía.

Para enfrentar esa expansión monetaria, las nuevas autoridades tuvieron que retirar dinero de circulación, a fin de adecuar el circulante a la demanda real de la economía, explicó el funcionario.

El gobernador del Banco Central habló en el espacio “La Agenda del Presidente” en el que intervinieron la noche del domingo el presidente Fernández y los secretarios, de Finanzas, Vicente Bengoa y Técnico de la Presidencia, Temístocles Montás, así como el superintendente general de Bancos, Rafael Camilo.

No obstante, el presidente Fernández insistió en que la crisis bancaria no fue la causa principal de la crisis económica y financiera que afrontó el gobierno pasado, porque ya antes existía una situación de déficit fiscal y escalamiento de la deuda externa.

“Desde los inicios de la pasada gestión comenzamos a tener una política fiscal irresponsable que nos llevó al endeudamiento y éste problema, a su vez, nos llevó a una situación de inflación porque se comenzó a deslizar la tasa de cambio”, explicó Fernández.

Fue en este marco que estalló la crisis bancaria del 2003, dijo el gobernante al intervenir en el espacio, retransmitido por una cadena de radio y televisión.

Fernández manifestó que esto quiere decir que la crisis bancaria no fue lo que generó la crisis económica y financiera que afectó el país a lo largo de la pasada gestión y destacó que ya en el primer semestre del 2001, el crecimiento económico del país fue cero.

Dijo que si para finales de ese año hubo un crecimiento económico del 2.5 por ciento, esto se debió a la expansión que provocó la inversión de los US$500 millones generados por la primera emisión de los bonos soberanos.

La crisis bancaria del 2003 se le agrega a la situación de inestabilidad macroeconómica que ya teníamos”, dijo el presidente Fernández.

Sostuvo, además, que para enfrentar esa crisis el pasado gobierno “aplicó una medicina inadecuada que agravó el enfermo”.

“Fue esa emisión de RD$110,000 millones inorgánicos lo que provocó lo que todos conocemos”, expresó el mandatario.

GOBIERNO DE PRETEXTOS

Para el secretario de Finanzas, Bengoa, la administración del ex presidente Hipólito  Mejía “fue un gobierno de pretextos”.

Destacó que al llegar, en agosto del 2000, comenzaron a decir que el pasado gobierno les había dejado una deuda “monstruosa” de RD$30,000 millones y hasta computarizaron las obras no terminadas como deudas.

Añadió, sin embargo, que para colocar los primeros bonos por US$500 millones se apoyaron en los logros de la gestión inmediatamente anterior del presidente Fernández, y ahí se demostró que la deuda externa había descendido casi US$200 millones y que la deuda interna había sido disminuida en unos US$100 millones.

“Para entonces, dijo Bengoa, comenzaron a responsabilizar de la crisis a la recesión mundial, al problema del petróleo y a la crisis de Irak, pero resultó que no fue así”.

Entiende que el origen de la crisis estuvo en cómo las pasadas autoridades vieron el problema,  “comenzaron a inventar con el deslizamiento de la tasa de cambio para beneficiar a los sectores generadores de divisas como las zonas francas, y eso se les fue de las manos”.

Tanto Bengoa como el secretario Técnico de la Presidencia, Montás, coincidieron en advertir que no hay peor impuesto a los pobres que la inflación.

“Lo que tiene que tomar en cuenta la población es que la inflación es el impuesto más regresivo que se le puede cargar”, aseguró Montás, quien agregó que todos los esfuerzos gubernamentales deben estar dirigidos al control de la inflación.

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