Mejía firma Declaración de Monterrey junto a otros 32 jefes de Estado

Mejía firma Declaración de Monterrey junto a otros 32 jefes de Estado

MONTERREY, México.— El presidente Hipólito Mejía suscribió ayer aquí la Declaración de Monterrey en la que, entre otras cosas, los gobernantes del Continente ratificaron el compromiso de coordinar acciones comunes inmediatas cuando la democracia corra peligro en cualesquiera de estos países.

El documento, dado a conocer al término de la Cumbre Extraordinaria de las Américas clausurada ayer tarde en esta ciudad de México, reafirma el apoyo a la Carta democrática de la OEA, que establece el aislamiento de aquellos países donde se interrumpa la institucionalidad.

“Reafirmamos nuestro compromiso con la plena aplicación de la Carta Democrática Interamericana, que constituye un elemento de identidad regional cuya proyección internacional es un aporte de nuestro hemisferio a la comunidad de naciones”, dice.

Los firmantes del documento anunciaron, asimismo, que continuarán sus esfuerzos para fortalecer los mecanismos de defensa de la democracia y para desarrollar y promover una cultura y una educación para este tipo de gobierno.

Se identifican con el fortalecimiento y el respeto del estado de derecho, la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como el progreso económico, el bienestar y la justicia social; la transparencia y la rendición de cuentas en los asuntos públicos, así como de la promoción de diversas formas de participación ciudadana.

“La gobernabilidad democrática se fortalece a través del diálogo entre todos los sectores de la sociedad”, plantean los líderes del Continente, quienes se comprometen a seguir impulsando una cultura democrática y de desarrollo basada en el pluralismo y la aceptación de la diversidad social y cultural”.

Se comprometen, además, a impulsar la transparencia en los procesos políticos, en la administración de las finanzas públicas, en las transacciones gubernamentales y en los procedimientos de licitaciones y contratos de acuerdo con la legislación interna para, entre otras cosas, prevenir los abusos y mantener la confianza pública.

El documento, cuya redacción enfrentó posiciones encontradas entre los Estados Unidos frente a Argentina, Brasil y Venezuela sobre propuestas para castigar a los gobiernos corruptos y en torno a mecanismos de libre comercio, no incluyó una iniciativa estadounidense tendente a excluir del sistema interamericano a los regímenes que no apliquen políticas para eliminar prácticas de corrupción.

En esta parte, los líderes del Continente se limitaron a ratificar legislaciones nacionales e internacionales para negar acogida a funcionarios corruptos, a quienes los corrompen y a sus bienes; así como a cooperar con su extradición, recuperación y restitución de los activos producto de corrupción a sus legítimos propietarios.

Se comprometieron, además, a perfeccionar mecanismos regionales de asistencia jurídica mutua en materia penal y su implementación.

[b]SOBRE EL ALCA[/b]

Los mandatarios apoyaron, asimismo, los planes para integrar a toda América Latina en una zona de libre comercio “en el plazo previsto”, es decir para el 2005, lo que representó una victoria diplomática para Estados Unidos. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, suscribió la declaración con reservas en este punto, con el que no estuvo de acuerdo por “razones de principios y diferencias profundas con el concepto y la filosofía propuesta”.

Chávez hizo que en la parte final del documento se hiciese constar su reserva en lo referente al punto sobre la integración comercial de la región.

Argentina y Brasil, que originalmente cuestionaron también los esfuerzos para la constitución del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en la fecha prevista, suscribieron sin reservas el documento.

Los gobernantes entienden que el ALCA fomentará, “con la mayor eficacia, el crecimiento económico, la reducción de la pobreza, el desarrollo y la integración, a través de la liberalización del comercio, contribuyendo al logro de amplios objetivos”.

En el documento se deja constancia de un vigoroso rechazo al terrorismo internacional, al tráfico de drogas y de personas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas