El expresidente Hipólito Mejia rechazó en una carta enviada al director de este medio que bajara línea alguna a sus seguidores en el Congreso para que aprobaran el contrato con la Barrick Gold, y sostuvo que siempre defendió el suscrito por su gobierno con Placer Dome.

A continuación el texto

Señor

Bienvenido Álvarez Vega
Director del periódico HOY
Sus manos.-

Señor Director:

He leído con atención el artículo aparecido en la edición de ayer del diario HOY, página 11 A, que se refiere al papel jugado por varios líderes en cuanto a la aprobación del contrato entre el Estado y la Barrick Gold, que promovió el ex presidente Leonel Fernández.

Según su diario, el diputado Marino Collante afirma que el contrato fue aprobado «al vapor», «sin ser estudiado», por la presión que ejercieron «el expresidente Leonel Fernández, Miguel Vargas e Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano y Carlos Morales Troncoso, del Partido Reformista Social Cristiano».

Deseo precisar, por su intermedio, que ni antes, ni durante, ni después de terminado mi ejercicio como Presidente de la República he incurrido en la práctica de ejercer presiones a personas, organismos, o a poderes del Estado, para conseguir por medio de la coerción la obtención de decisiones, prebendas o privilegios, en mi beneficio particular, el de mi familia, del Gobierno que presidí, o de mi partido.

Sin lugar a dudas, Collante se equivoca al incluirme en la lista de marras.

Por tanto, quiero dejar claro que el único contrato que he defendido y defiendo, en los términos que la ley me acuerda, es el que suscribí con la Placer Dome en mi gobierno; negociado con honradez y pulcritud, beneficioso para el pueblo y que fue cambiado por el presidente Leonel Fernández, con la complicidad de algunos actores que el artículo menciona.

Ese vergonzoso mamotreto firmado por Fernández fue el resultado de la avenencia de sectores irresponsablemente antinacionales, incluyendo a muchos legisladores y políticos, alterando los términos del documento original, para entregar el patrimonio nacional, casi a título de gratuidad, a intereses foráneos a cambio de canonjías particulares.

Tal fue la irresponsable osadía, que sus felices beneficiarios hasta llegaron a premiar al mandatario firmante como «Estadista del Año» por permitir, en su provecho, el vulgar saqueo de los recursos del pueblo.

Reitero que la aprobación del contrato de Leonel Femández con la Barrick Gold fue un acto execrable del ejercicio de la política, que en ninguna circunstancia contó con mi concurso, y que en cambio, le aguardamos aún la respuesta oportuna de una justicia proba y responsable, como lo reclama el pueblo.

Atentamente,

Hipólito Mejía.