El presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, Milcíades Mejía, pidió a la población prudencia en el uso de la moringa, una planta a la que se le atribuye un sinnúmero de propiedades curativas y nutritivas.
El experto, quien fue director del Jardín Botánico Nacional, expresó que la fiebre por la planta es lo que más se le parece a lo que ocurrió a fines de la década de 1990 con el noni, de la que también se decía que curaba casi todo.
Yo no quisiera, desde el punto de vista botánico, descartar que se use la moringa, que es un producto que pudiera aliviar el dolor y aportar vitaminas, pero vale la pena que fuéramos un poco más prudentes, porque hay gente que ha dejado tratamientos de presión arterial, y al cabo de unos días han sufrido las consecuencias de esto.
Mejía expresó que si hay una persona que lleva un tratamiento que no lo deje, que lo siga usando de forma complementaria, que no lo abandone por la moringa.
Al analizar el contexto del uso de la planta se preguntó cómo es que en la India y zonas de Africa, donde abunda, hay tanta desnutrición, son cosas que uno tiene que tomar en cuenta.
Plantas endémicas. Para dar un ejemplo de las precauciones que se deben tener con las plantas medicinales, citó que, en coordinación con el Jardín Botánico, el Instituto del Cáncer de Washington estudió algunas plantas endémicas del país que son beneficiosas para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.
Pero nosotros, como institución, nunca promovimos eso porque no sabemos los daños colaterales, yo soy un poco conservador recomendando su uso, y me limito más llamar a la precaución.
En tal sentido, dijo que tanto el Jardín Botánico como la Academia de Ciencias y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), deberían hacer estudios para ver qué tan efectiva es la moringa para curar determinadas afecciones, destacó Mejía.