Mejía pide enfrentar dificultades

Mejía pide enfrentar dificultades

POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Hipólito Mejía se despidió anoche con un llamado a todos los sectores, entre ellos a “los poderosos” que le negaron solidaridad, para que respalden las reformas que la nueva administración deberá poner en marcha para enfrentar la “difícil coyuntura económica”.

En un discurso desde el salón de Las Cariátides en el Palacio Nacional, Mejía planteó que la nueva administración deberá enfrentar seis retos principales en el camino hacia la estabilidad económica, entre ellos la restauración del poder adquisitivo de la población, la reducción de los precios, el colapso del sector eléctrico, la inseguridad ciudadana y la “seria” crisis fiscal.

Mejía ofreció su apoyo para lograr la reforma fiscal que se discute en el Congreso Nacional pero reiteró su reclamo de que se acompañe de un aumento general de salarios del 30%.

Prometió una “oposición constructiva” y que no será “muralla de obstrucción a las iniciativas sensatas” del gobierno del presidente Leonel Fernández.

En presencia de miembros del gabinete, directores generales y funcionarios, Mejía dijo dijo que aunque el país vive “una coyuntura económica difícil”, cree que con el apoyo y la cooperación de todos, “saldremos adelante”.

En el discurso retransmitido por una cadena de radio y televisión teniendo como matriz a la estatal Corporación de Radio y Televisión, Mejía advirtió que “se requieren importantes reformas para superar el difícil trance que vivimos. Llamo a todos a apoyarlas. Los lideres políticos, del gobierno o de la oposición, en situaciones como éstas incurriríamos en un crimen de lesa patria si obstruimos o eludimos las reformas necesarias para salir adelante”.

Dijo que cada vez que las nuevas autoridades concerten con los sectores empresariales, sindicales y la sociedad civil, “como perredeísta y ex Presidente de la República, encontrarán en quien les habla a un interlocutor abierto a discusión sincera y comprometida con los intereses nacionales”.

Esa cooperación, aseguró, ya ha sido puesta en práctica con su apoyo a la reforma fiscal, pero advirtió que con los actuales niveles salariales de los trabajadores dominicanos, al nuevo gobierno se le hará difícil concitar apoyo popular para lograr esa reforma.

Indicó que la reforma produciría aumentos de precios lo que creará dificultades en amplios segmentos de la población y más aun si deciden dentro de la reforma del gasto público, reducir o eliminar los subsidios al gas licuado de petróleo y a la electricidad.

Descartó que su postura a favor de un aumento general de salarios tenga carácter demagógico y señaló que lo ha planteado y defendido porque entiende “que si no se da un apoyo a la capacidad de compra de los consumidores, muchas empresas pueden ver reducidas sus ventas y esto generaría desempleo.”

RESTOS

Al señalar que “todos debemos halar en la misma dirección para sacar al país hacia delante”, el presidente Mejía dijo que gobierno y oposición deberán conjugar esfuerzos.

Restaurar el poder adquisitivo de la gente a través de un aumento general de salario y la reducción de los precios constituye una prioridad para acelerar el proceso de recuperación económica, dijo Mejía.

Asimismo planteó que el nuevo gobierno deberá prevenir y poner freno a la delincuencia y advirtió esta meta es también necesaria para garantizar la inversión extranjera.

El presidente Mejía dijo que otro reto de la nueva administración es la “seria crisis fiscal provocada por el colapso de los bancos y el salvamento de los ahorrantes y depositantes” que dispuso para “revertir o por lo menos detener la fuga de capitales que provocó esta crisis.”

Entiende que para contrarrestar esta crisis es necesario reducir el déficit de las finanzas públicas y potenciar la solvencia del sistema.

Mejía advirtió que el colapso del sistema eléctrico, que atribuyó en gran parte a los altos precios del petróleo, la fuerte devaluación y la imposibilidad de alcanzar la sostenibilidad financiera del sector, es otro punto vital.

Igualmente, considera que en medio de las serias restricciones fiscales, el nuevo gobierno deberá seguir estimulando al sector agropecuario para que garantice un abastecimiento adecuado y a más bajos precios los artículos de la canasta familiar.

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