El director ejecutivo del Consejo Nacional de Reforma del Estado (CONARE), Tirso Mejía Ricart, afirmó ayer que la creación de nuevas provincias no garantiza mejores servicios públicos o la solución a las crecientes demandas sociales.

Explicó que las provincias son delegaciones que sirven de soporte político al Presidente de la República y lamentó que haya sido sometido un nuevo proyecto que crearía nuevas provincias.

«Es lamentable que se quieran seguir creando nuevas provincias, municipios y distritos municipales sin un marco jurídico que establezca las atribuciones de las autoridades de las mismas y los recursos que deben recibir», sostuvo durante un encuentro que realizó CONARE con representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil.

Para Mejía Ricart tendría más sentido fortalecer los ayuntamientos. «Las prioridades del momento están articuladas al fortalecimiento institucional de las estructuras de los ayuntamientos dominicanos, los cuales sí tienen competencias y recursos asignados y propios, son autónomas y están más cercanos a donde vive la gente».

Por esa razón, Mejía Ricart apuesta por un modelo de Estado dominicano que se rija por la descentralización de las provincias y municipios.

SOBRE LA LEY 163-01

A pesar de que se opone a nuevas divisiones, Mejía Ricart fue el propulsor de la Ley 163-01, que creó la provincia de Santo Domingo y redujo al Distrito Nacional.

Aquella ley, según Mejía Ricart, estuvo fundamentada en un profundo análisis de los aspectos socioeconómicos y culturales, así como otros criterios técnicos que justificaban la municipalización de la ciudad en la que vive la tercera parte de los dominicanos.

«Los municipios son los gobiernos locales por excelencia que tienen atribuciones propias y facultades asignadas por la ley para enfrentar las demandas sociales y prestación de servicios públicos eficientes. Por eso, cuando las ciudades crecen mucho, se justifica dividir esas responsabilidades entre varios organismos edilicios».

Dicho esto, Mejía Ricart señaló que para la creación de la provincia de Santo Domingo se apegaron a los requerimientos de los artículos 5 y 82 la Carta Magna, que establece que no puede haber más de una municipalidad en un Distrito Nacional en el que funciona la capital de la República.

Esta división, a juicio de Mejía Ricart, ha tenido dos aspectos favorables: por un lado la ciudad está más limpia y, por otro, se ha logrado que se reconozcan las necesidades de los municipios y empiece a trabajar para satisfacerlas.

Un buen ejemplo, dijo, es Santo Domingo Norte, que no contaba ni con un cementerio, ni con un hospital ni juzgados. Después de haber dividido los municipios, sin embargo, se están dando los pasos necesarios para satisfacer estas necesidades.

«La energía que se está utilizando para crear más provincias hay que dedicarla a mejorar la vida comunitaria», aseveró Mejía Ricart al tiempo de asegurar que no hay un solo motivo racional que sustente la creación de nuevas provincias».