Hoy 
POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Hipólito Mejía anunció ayer que decidió asistir a la ceremonia de juramentación del presidente electo Leonel Fernández el lunes en el Congreso Nacional. Explicó, sin embargo, que únicamente estará ahí hasta que Fernández haga el juramento ante el presidente de la Asamblea Nacional.
Mejía dijo que esta variación en el ceremonial que se había seguido desde 1966 fue coordinada con el presidente de la Comisión de Protocolo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Félix Jiménez.
Mejía no estará presente mientras el presidente Fernández pronuncie su discurso desde el salón de la Asamblea Nacional donde estarán las delegaciones extranjeras de más de 40 países, 14 de ellas encabezadas por jefes de Estado y de gobierno.
Mejía dijo que esta fórmula es similar a la que existe en Venezuela.
En círculos políticos locales se ha especulaba sobre si el presidente Mejía asistiría a la ceremonia.
Sí, yo voy, pero con una metodología que hemos discutido con Felucho (Félix Jiménez) vía la Cancillería de hacerlo tipo Venezuela y algunos países en que el Presidente va, se juramenta el señor presidente (entrante) y después el presidente (saliente) se retira, porque ponerse ahí en el futuro y en el pasado a estar ahí oyendo todo tipo de cosas que se han dicho aquí, no creo que sea nada conveniente, explicó Mejía.
El protocolo está organizando bajo esta premisa, dijo. Anunció, asimismo, que comunicaría su decisión a la gente de transición.
Desde 1966 los jefes de Estado salientes han estado presentes en el salón de la Asamblea Nacional al traspasar el mando a un sucesor, hasta culminar con todo el ceremonial. Así actuaron Héctor García Godoy, presidente provisional escogido tras la revuelta de abril de 1965, quien pasó el gobierno a Joaquín Balaguer. A su vez Balaguer asistió en 1978 a la ceremonia de juramentación del fenecido Antonio Guzmán; Jacobo Majluta entregó a Salvador Jorge Blanco en 1982, y Jorge Blanco a Balaguer en 1986. De nuevo Balaguer a Fernández en 1996 y, finalmente Fernández a Mejía en el 2000.
Sin embargo, Rafael F. Bonelly, presidente del Consejo de Estado que organizó las primeras elecciones tras la caída de la dictadura de Rafael Trujillo, no estuvo en la ceremonia de juramentación de Juan Bosch, el 27 de febrero de 1963. Bonelly comentó posteriormente que no asistió porque no fue invitado.
El presidente Mejía habló a los periodistas al término del acto de condecoración de tres funcionarios gubernamentales y un médico en el salón de embajadores, en la tercera planta del Palacio Nacional.
Una periodista le preguntó a Mejía sobre cómo veía las condiciones del país en estos momentos, antes de traspasar la administración. Bueno no es cómo está el país, es cómo lo dejaron ustedes los banqueros, mayormente. ¿Usted no lo interpreta así?, preguntó Mejía a la periodista Luisa Matos, de Radio Popular. ¿Usted no es socia? ¿Usted no es parte del banco?, reiteró a la periodista quien labora para una emisora vinculada al Banco del Progreso.
UNAS VACACIONES
Mejía dijo que cuando abandone el cargo se dedicará a sus quehaceres habituales que tuvo antes de ser presidente, aunque primero se tomará unas vacaciones.
Sí, voy a tomar unas vacaciones, pero yo no soy muy dado al descanso, dijo Mejía. Descartó que viaje al exterior. Yo descanso aquí. Yo descanso en la agricultura, en mi casa, dijo Mejía.
Para el próximo domingo está previsto que Mejía ofrezca un almuerzo en el Palacio Nacional a los jefes de Estado y de gobierno que asistirán a los actos transmisión de mando.
Trascendió ayer en Palacio que un batallón de la Guardia Presidencial rendirá a Mejía honores militares de despedida. El único precedente en este sentido es el de Jorge Blanco, a quien la Guardia Presidencial rindió honores el mismo 16 de agosto en la mañana, previo a su salida hacia la sede del Congreso Nacional. Jorge Blanco pasó la noche del día 15 en el Palacio Nacional.
