Mejillones, proteínas a mares en platos navideños

Mejillones, proteínas a mares en platos navideños

El mejillón (mytilus edulis) es un molusco bivalvo, de forma triangular y color negro. Su carne es de color naranja, muy sabrosa y ligera. Los mejillones habitan en casi todos los mares europeos y se encuentran, formando racimos, en zonas costeras rocosas.

La mejor temporada para su recolección es en otoño e invierno, aunque se pueden encontrar variedades importadas o de criadero durante todo el año. Las variedades de mayor consumo son el azul, cuya concha es de color negro azulado y se cría en las costas del norte de España, y el de Nueva Zelanda: es de mayor tamaño y su concha es de color verde brillante.

[b]Consejos de compra y conservación[/b]

A la hora de comprarlos y conservarlos debemos tener en cuenta lo siguiente:

– Debemos adquirir los mejillones cuyas conchas permanezcan cerradas o que se cierren al tocarlas, descartando las que no se queden abiertas. También hay que tirar los ejemplares que se desprendan al sacudirlos, porque pueden estar muertos.

– No hay que comprarlos si no huelen a fresco, tienen la concha rota o pesan demasiado, porque eso significa que pueden tener mucha arena en su interior.

– Una vez seleccionados los que están vivos y tirados los ejemplares muertos, disponerlos en una fuente, cubrirlos con un paño limpio y húmedo y guardarlos en la nevera. Es aconsejable consumirlos en un plazo máximo de 2 días.

– Si se van a consumir el mismo día de su compra, debemos disponerlos en un recipiente con agua fría y un poco de sal durante un par de horas para que suelten toda la arenilla.

– Si se van a preparar al día siguiente de su compra, debemos dejarlos en remojo durante toda la noche en agua fría, con una cucharada de harina y 50 gramos de sal.

– Un kilo de mejillón fresco tiene unos 350 gramos de carne comestible, que al cocer se reduce a 300 gramos.

– Aparte de frescos, podemos encontrarlos congelados con o sin concha, cocidos y envasados, y en conserva.

[b]Limpieza y cocción[/b]

Para limpiarlos, primero se eliminan las adherencias con un cuchillo, raspando bien las conchas, después se retiran las barbas o filamentos arrancándolos con los dedos o con la ayuda de un cuchillo. Se frotan bien las conchas con un cepillo de cerdas duras, bajo el chorro del agua fría; de este modo se elimina bien la arena antes de su cocción.

Se descartan los ejemplares con las conchas rotas y se disponen en un bol con agua fría y sal hasta el momento de utilizarlos.

La técnica más utilizada para cocerlos es al vapor: Se ponen en una cacerola con un poco de líquido, que puede ser agua, caldo de pescado, vino blanco o sidra y se condimentan con escalonias, ajo y hierbas aromáticas. Se tapa la cacerola y se cuecen al vapor durante 6 minutos, removiéndolos de vez en cuando. Tras haberlos cocido, se examinan de nuevo, comprobando que todas las conchas estén abiertas y eliminando las que no lo hayan hecho. Se sacan con la ayuda de una espumadera y se sirven con el líquido colado y reducido.

Una vez cocidos podemos congelarlos, envasándolos en su jugo, con o sin valvas, en recipientes rígidos. De esta manera se conservarán durante 1 mes.

[b]Salud[/b]

Los mejillones contienen un buen nivel de proteínas de alta calidad, vitaminas A y B3 y minerales como potasio, fósforo, calcio y magnesio. Además son bajos en calorías, 51 calorías por cada 100 gramos.

Eso sí, si se tienen problemas de hipertensión, no deben ser consumidos con frecuencia ya que su contenido en sal es alto.

[b]Mejillones con avellanas[/b]

[b]Ingredientes:[/b]

1 kilogramo y ½ de mejillones.

1 vaso de vino blanco.

1 cebolla.

180 gramos de margarina.

1 cuchara de maizena.

200 gramos de avellanas picadas.

1 limón.

Perejil picado.

Sal y pimienta.

[b]Preparación:[/b]

Limpiar muy bien las conchas de los mejillones y quitarles todas las barbas, volver a lavar en agua fría y escurrir. Pelar y picar finamente la cebolla y cocerla con el vino blanco durante 10 minutos. Añadir los mejillones y salpimentar. Tapar la cazuela y cocer a fuego vivo, hasta que se abran los mejillones. Retirar del fuego y quitar una de las conchas.

Colar el caldo y calentarlo hasta que hierva; añadir la maicena y una cucharada de mantequilla. Mezclar bien y retirar del fuego cuando comience a hervir de nuevo. Agregar el resto de la mantequilla cortada a trocitos. Incorporar unas gotas de jugo de limón, perejil picado y batir bien la salsa.

Poner los mejillones en una fuente refractaria. Regar con la salsa, espolvorear las avellanas picadas y hornear a 200º durante 5 minutos. Servir caliente en la misma fuente.

[b]Pasta al curry con mejillones[/b]

[b]Ingredientes:[/b]

(para 4 personas)

300 gramos de cintas frescas al huevo

1 kilogramo de mejillones

1 penca de apio verde

1 zanahoria grande

1 cebolleta

1/2 vaso de vino blanco

1 ramita de perejil fresco

1 cucharada de curry

5 cucharadas de aceite de oliva

Sal

[b]Preparación:[/b]

Lavar, limpiar y trocear el apio. Raspar la zanahoria, lavarla, secarla y cortarla en dados. Limpiar los mejillones bajo el grifo, eliminar las barbas y ponerlos en una cazuela con el perejil y el vino. Cocerlos con la cazuela tapada y a fuego fuerte, hasta que se abran. Desechar los que hayan quedado cerrados y retirar la parte vacía de las conchas a los demás. Colar el líquido de cocción y reservarlo.

Calentar el aceite en una sartén, incorporar el apio, la zanahoria y la cebolleta limpia y picada y pocharlos, a fuego medio, durante 5 minutos. Espolvorear con el curry, regar con el caldo de los mejillones y dejar espesar a fuego vivo.

Cocer la pasta en abundante agua con sal hasta que esté al dente. Escurrirla bien y ponerla en una sartén con la salsa de verduras. Añadir los mejillones y ajustar de sal. Saltear la mezcla ligeramente y servir enseguida.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas