El centro nativo de Monroe, Luisiana, ha sido el máximo estandarte de la dinastía de Boston Celtics al conquistar once campeonatos en trece años con esa franquicia, incluidos ocho títulos consecutivos.

A lo largo de su ilustre carrera, Russell promedió 15.1 puntos, 22.5 rebotes y 4.3 asistencias, además de conquistar cinco MVP, 12 veces al All-Star Game y su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne de 1956.

Shaquille O’Neal. El mejor centro de su generación y, posiblemente, el último gran centro en la historia de la NBA.

Su tamaño y fuerza abrumaba a sus oponentes, pero tenía también un toque alrededor del aro y llevó a los Lakers a tres títulos de la NBA en fila.Sorprendentemente ágil y atlético, es la más grande y más poderosa fuerza que el juego ha conocido.

Conquistó cuatro anillos. Además posee un galardón de Jugador Más Valioso en la regular; tres veces Más Valioso en Finales, dos veces líder anotador de la liga, así como electo en 15 ocasiones al All Star, tres veces Más Valioso en ese certamen y ocho veces escogido como miembro del Mejor Equipo.

Hakeem Olajuwon. El centro nigeriano ha sido para muchos el mejor jugador en la NBA nacido fuera de los Estados Unidos.

Sus habilidades para atrapar rebotes y anotar puntos fueron claves para su escogencia al Salón de la Fama.

En su estadía en la NBA compiló average de 21.8 puntos, 11.1 rebotes y 2.5 asistencias por partidos.

Pero esas estadísticas aumentaron en playoffs a 25.9 punto por encuentros, 11.2 rebotes y 3.2 asistencias.

El centro conquistó dos títulos campeón con los Rockets (1994-95), además de ser electo en una ocasión Jugador Más Valioso, dos veces en finales y ser elegido en 12 oportunidades para el equipo Todos Estrellas.

Menciones para Moses Malones, Bill Walton, David Robinson, George Mikan, David Robinson, Patrick Ewing, Robert Parish, Tim Duncan y Bob Pettit.