Mejor despeinada

Mejor despeinada

Nunca se debe acatar lo que no conviene ni favorece, por más que sea la última tendencia. Se debe huir del disfraz y de la sofisticación rebuscada que casi siempre suele aterrizar en la vulgaridad. Es mejor respetar la naturalidad e ir buscando un estilo propio.

El estilista Michel Meyer apunta que “lo más moderno hoy en día es la fusión entre décadas y culturas, entre el progreso y la tradición. Esta filosofía se proyecta sobre la cabeza con peinados que van desde la década de los años 40 hasta los años 90, en una lectura actualizada del siglo donde ocupan lugar tanto los cabellos largos, como los cortos o las medias melenas”.

El corte de pelo a capas saca una holgada ventaja a la geometría, que se queda relegada en un pretérito muy perfecto. Michel Meyer las propone desestructuradas sobre el dibujo del corte, despuntádolas alrededor del rostro para lograr movimiento y una mayor versatilidad.

El color también recobra protagonismo. El cabello oscuro se reinterpreta en su faceta más cálida sin perder como referencia la base original. Basta animarlo con pigmentos naturales, que además de dotar de brillo al pelo deshidratado, aportan vetas de medio tono a un tono, por encima o por debajo de la coloración natural. Sin embargo, no se puede excluir ninguna fantasía y por eso, se otorga un voto de confianza a la fusión de colores.

Respecto a las formas, se llevan las ondas quebradas, los bucles puntuales, el cabello liso o la melena rizada. Sea cual sea la imagen que se desee, lo mejor es la naturalidad con volumen. El peluquero da la pauta a seguir: “Mejor despeinarse que repeinarse. Por eso, llevo la naturalidad hasta sus últimas consecuencias, evitando cualquier producto de fijación. Una vez cortado y trabajado, el cabello cae a su aire”.

[b]Problemas del cabello[/b]

Poco volumen, caída del cabello, falta de brillo, sequedad, rebeldía, fragilidad o puntas abiertas son los problemas más frecuentes del cabello. Algunas soluciones a estos problemas.

Puntas abiertas: Se abren porque las células de la cutícula no se alinean correctamente al no estar en buenas condiciones. También suele ocurrir cuando no se corta el pelo de forma habitual. Para solucionar este pequeño problema se recomienda cortar las puntas del pelo cada siete semanas y reducir el uso del secador. Es mejor dejar que el cabello se seque al aire.

Fragilidad: Aparece por la pérdida de elasticidad de las hebras del cabello que se producen por un cepillado brusco y la agresividad de los productos químicos como coloraciones y permanentes. La forma de mejorar un cabello dañado consiste en estimular la microcirculación y aplicar nutrientes y mascarillas.

Sequedad: Surge en el cabello porque la cutícula se despega y la hidratación natural del cabello se pierde, especialmente en ambientes poco húmedos. Cuanto más hidratado esté el pelo, más flexible, y fácil de peinar será. Para prevenir la sequedad en el cabello es necesario aplicar una mascarilla semanalmente, por ejemplo Pantene Pro V.

Falta de volumen: La sensación de poco pelo, pobre, lacio y sin gracia se puede mejorar con la ayuda de champús voluminizadores o geles que proporcionen cuerpo.

Cabello rebelde: Este tipo de cabello se riza y despeina con facilidad. Es imposible de peinar, no se mantiene, ya que influye la electricidad estática, además del grosor, la curvatura, el peso y la largura.

Caída del cabello: En la mujer la caída del cabello suele ser por desequilibrios hormonales, el parto, la menopausia o una contraconcepción mal adaptada, aunque también puede ser debido a una mala alimentación, el estrés o una depresión. Por lo contrario que en el hombre, la caída de cabello en las mujeres suele ser reversible. Lo mejor es acudir al dermatólogo y seguir su prescripción.

[b]Cabello sin brillo[/b]

Cuando el cabello se desgasta, la cutícula se levanta y la superficie al ser rugosa se vuelve áspera al tacto y pierde brillo. La contaminación, el estrés, el secador, el agua con mucha cal y los productos agresivos son algunos de los factores que evitan que el pelo brille. Lo mejor para solucionar el problema es aclarar el cabello con agua fría y un chorro de vinagre de manzana.

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