POR MARIO MENDEZ
La República Dominicana ha logrado en este año un alto superávit en la cuenta corriente de su balanza de pagos, pero al precio de deteriorar la calidad de vida de los dominicanos, ya que esta mejoraría ha descansado en una drástica disminución del gasto privado.
Se estima que el superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos ha sido de alrededor del 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que ascendió a 7,533.7 millones de dólares en el semestre.
Si se toma en cuenta que el gobierno tuvo un déficit fiscal de alrededor del 3 por ciento del PIB, la caída en el gasto privado pudo alcanzar un nivel superior a ese 13 por ciento del PIB.
El ajuste en el gasto privado fue causado por una fuerte devaluación de la moneda, que provocó un incremento generalizado de precios que sobrepasó las previsiones hechas en principio por el pasado gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para el presente año se había estimado inicialmente una tasa de inflación de 14 por ciento, pero en el primer mes el incremento de los precios se fue por encima de esa previsión.
Luego se estimó que la tasa de inflación para el año sería de 35 por ciento, pero la última previsión del Banco Central contempla que pueda alcanzar un nivel de entre 45 y 50 por ciento.
La cuenta corriente de la balanza de pagos registró un superávit de 1,077.3 millones de dólares a junio del presente año, según el último informe del Banco Central sobre el comportamiento de la economía dominicana.
Según el informe del Banco Central, durante el período enero-junio del presente año, los resultados de las transacciones de la economía dominicana con el exterior nuevamente arrojaron un balance global positivo (US$98.0 millones), lo cual permitió un aumento de los activos de reservas en US$316.0 millones y una reducción del financiamiento excepcional de US$75.0 millones, señala el informe del Banco Central.
Una muestra de que el superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos fue el resultado de una drástica caída del consumo privado interno es que el factor determinante en la reducción del déficit comercial del país fue la caída de las importaciones, la cual ha alcanzado el 22 por ciento en los últimos dos años.
El Banco Central señala en su informe que el resultado de la balanza comercial es especialmente significativa la evolución de las siguientes partidas: a) el incremento de las exportaciones de ferroníquel (US$93.1 millones), tanto en su volumen como en su precio; b) el aumento de las exportaciones de bienes adquiridos en puerto, debido esencialmente a la mejoría de la actividad turística; c) la caída de las importaciones, especialmente la partida de Otros productos (US$242.6 millones) entre los que se destacan vehículos y bienes destinados a la construcción y, d) la reducción de la factura petrolera por la disminución del volumen importado en consonancia con la reducción de la actividad económica, no obstante el aumento de los precios internacionales del crudo y sus derivados. Las exportaciones netas de las zonas francas crecieron 4.9%.
El habitual superávit de la cuenta de servicios creció 6.8% debido, no sólo al crecimiento del turismo por el auge de la economía mundial y la depreciación de la moneda nacional, sino también a la reducción de los egresos de la partida de transportes debido a la caída de las importaciones. Así mismo, el saldo positivo de la cuenta de transferencias corrientes observó un aumento de 7.7% basado en el incremento de las remesas familiares.
El saldo de la cuenta financiera, de carácter superavitario durante los últimos años, experimentó un notable cambio al presentar un déficit equivalente al 6.2% del PIB.