Mejorar la planificación de la producción avícola

Mejorar la planificación de la producción avícola

La República Dominicana consume alrededor de 17 millones de unidades de pollo al mes, equivalente a 32 kilos por habitante o lo que es Io mismo, unas 70.4 libras por año, representando un 44 por ciento del consumo de carne por persona, es uno de los sectores productivos que mayor aporte hace al PBI agropecuario y uno de los componentes principales de la canasta familiar, junto al arroz y las habichuelas.

Es una de las actividades con mayor sostenibilidad dentro del sector agropecuario con una capacidad instalada para producir 27 millones de unidades, es decir que nuestra capacidad de produccién es mayor a nuestra capacidad de consumo.
En el orden social, aporta más de 18,000 empleos directos y más de 22,000 indirectos.

AI igual que el sector agropecuario en su conjunto, el subsector avicola tiene sus inconvenientes y dificultades, en unos casos, enfermedades, altas temperaturas, cierre de la frontera, fenómenos naturales, pero principalmente inestabilidad de los precios por una sobreproducción provocada por una falta de coordinación y cooperación entre los mismos productores. Cuando suceden estas dificultades, los avicultores claman al gobierno para que vaya en su auxilio en la compra de Io que les sobra alegando falta de planificacion de las autoridades agropecuarias en la producción avícola.
Por experiencia como productor avícola y como autoridad agropecuaria sabemos y los productores saben que la importación de pollitos y huevos fértiles no está prohibida por ley, solamente se necesita una carta de no objecion de la Direccién General de Ganadería más bien como exigencia de medida sanitaria del país con relación al origen de las importaciones, es decir, que este renglón está a la fibre oferta y demanda. El mal radica en la conducta y competencia desleal entre los mismos productores que somos quienes tenemos que ponernos de acuerdo para regular la producción con las autoridades agropecuarias como árbitros y evitar pérdidas millonarias por los desacuerdos internos que prevalecen entre los distintos grupos, cooperativas y asociaciones, que integran el sector. Estos organismos, más bien, deben propiciar, proteger y fomentaa los intereses de sus gremios y asociados pudiendo mantener ganancias adecuadas para los productores y estabilidad de precios para los consumidores y evitar burbujas innecesarias en la comercialización de carne de pollo y huevos.
Mis inquietudes y sugerencias son extensivas a la produccion de huevos, donde recientemente los productores claman al gobierno para que vaya en su auxilio en su planificación y en su comercialización, con un sobrante de alrededor de 35 millones de reclamos a primera vista atendibles. Pero, los productores también son afectados por la falta de coordinacién, pues solo se han enfocado en la eficiencia de la producción, olvidando la capacidad de consumo de la población y las trabas en la comercialización.
En mi opinión, si aseguraramos y fortaleciéramos nuestra capacidad exportadora y al mismo tiempo nos propusiéramos ser competitivos, podriamos exportar a las islas del Caribe, Venezuela, Colombia y otros países de la región, pero en la actualidad, sólo nos interesamos por el mercado haitiano, cuyas exportaciones al vecino país han caido más de un siete por ciento en los últimos meses además es un mercado inestable, inseguro, vulnerable y aunque cómodo por su cercanía y poca exigencia de calidad no da señales de estabilidad política más bien tiende a complicarse con el tiempo. Para alcanzar esta meta tanto el CEI-RD como la cancilleria tienen que desplegar acciones bilaterales más agresivas con los paises que hemos señalado y en otros mercados posibles
En estos momentos es necesario dar pasos concretos: formar una comision de defensa de los productores nacionales con asesoria y acompanamiento de las autoridades para la autoregulación, explorar nuevos mercados, aportar cinco centavos por pollo terminado y un centavo por huevo para dedicarlo a la promoción de sus productos, empoderarse para que el Gobierno use permanentemente y masivamente huevos y pollos en sus programas sociales y en el desayuno escolar, hacer ferias provinciales de promoción, declarar el día del huevo y del pollo o “White friday”, publicar recetarios para nuevas alternativas de consumo, promoción con el producto terminado entre estudiantes, militares y núcleos de consumo masivo, concientizar sobre las bondades del huevo que son muchas, sacar las gallinas que han cumplido su siclo de producción, calendarizar las entradas de gallinas o pollitas por asociaciones o productores, en fin, tomar todas las medidas de apoyo a los productores sin afectar el bienestar y la estabilidad de los consumidores, medidas a sustentarse, justamente, en una buena, honesta y transparente planificacion.
No podemos desalentarnos. Por años venimos haciendo estos reclamos a todos los gobiernos, cuando estamos ahogados con las sobreofertas, pero hay que despertar y liberarnos y dejar ir el paragua de la protección, en su formato paternalista, somos los protagonistas de nuestro propio destino y los gobiernos son pasajeros. La permanencia en el negocio depende de la rentabilidad, y esta solo se va a obtener cuando se produzca la cantidad que consume la población, sin más ni menos, para que todos salgamos beneficiados tanto productores como consumidores, y los avicultores más que nadie saben cómo hacerlo.

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