Los métodos de enseñanza vigentes y su aplicación por muchos maestros no llenan cometidos y dan permanencia a las fallas que por decenios caracterizan la enseñanza en el país. Evaluados, docentes y alumnos, se ve en los primeros que su transmisión de conocimiento no satisface; y que los educandos resultan poco aptos para desenvolvimientos futuros. Son una minoría los que egresan aceptablemente instruidos; y menos aún los que alcanzan la excelencia a ser buscados con lupa. Mediciones en lecto-escritura y matemáticas revelan agudas deficiencias en los procesos de aprendizaje.

Siete años después de dedicar el Estado un 4% del PBI a la Educación, armando paredes y techos con varilla y cemento, el impacto sobre el servicio magisterial y sobre los destinatarios de sus imparticiones parecen igualarse en insuficiencias; a más de que en lo material, el atraso en construcción y rehabilitación de aulas obstaculiza y reduce la aplicación de programas. No hay más opción que ampliar y acelerar la capacitación de maestros en servicio de aceptable aptitud y sumar la sangre nueva que provenga de buenas instituciones pedagógicas. Dar segundas oportunidades a los docentes activos que las merezcan y colocar en retiro honroso y bien remunerado a aquellos para los que no quede otro camino, siendo muchos de ellos víctimas del pobre respaldo institucional anterior a la enseñanza.

A la espera de apoyo estatal

La Perla del Sur, municipio de Barahona, busca mejor provecho de sus condiciones naturales; pero el brillo perlino a adquirir dependería totalmente del Gobierno Central. El alcalde Noel Octavio Suberví Nin está claro en ello: transformar el puerto para facilitar el turismo y sanear la ciudad con drenaje sanitario y una planta de tratamiento de aguas residuales antes de llegar al mar no son tareas para un ayuntamiento de ingresos congelados por una voluntad superior (Poder Ejecutivo) a las de todos los barahoneros. Con sus pocos recursos levantó obras comunales, amplió un acueducto, impulsa el deporte, asfalta calles y construye aceras y contenes dentro del Presupuesto Participativo interviniendo algunas carreteras, caminos vecinales, el parque Central y el Malecón. El asunto es que Barahona merece más para dinamizar su economía y disponer de empleos.