Prevenir

1. Mejora tu dieta.  Sigue una alimentación que sea pobre en grasas y abundante en hidratos de carbono. Y aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra.

2. Evita los dolores…  Reduce o elimina los alimentos que pueden desencadenar episodios de dolor abdominal. Los más perjudiciales son: especias, alcohol, sopas de sobre, cacao, derivados lácteos, bollería, pasteles, helados, mantequilla…

3. Y los gases.  No tomes alimentos que sean flatulentos (col, coliflor, repollo, coles de Bruselas, legumbres, puerros, guisantes, frutos secos…) ni bebidas con gas.

4. Come poco y muchas veces.  Evita las comidas copiosas, come con frecuencia y más ligero, y masticando bien los alimentos. Aumenta el consumo de agua (de 1,5 a 2 litros diarios), sobre todo si tienes problemas de estreñimiento.

5. Al baño, como un reloj.  Procura mantener un horario fijo de comidas e intenta evacuar siempre a la misma hora y sin prisas.

6. Apóyate en el ejercicio.   Practica diariamente 30 minutos de ejercicio físico suave, como caminar o nadar.

Del mismo modo trata siempre de evitar las situaciones que te produzcan nerviosismo y ansiedad.