Mejores reglas… para después

Mejores reglas… para después

En el lenguaje beisbolero se dice que el «juego está en la nevera» cuando uno de los equipos supera temprano en anotaciones a su rival con una diferencia difícil de superar. Un pueblo amante de la pelota como este debería sentirse frustrado con algo parecido en materia política y hasta esbozar una sonrisa irónica al encontrarse con la súbita presteza de dotar al país de leyes adecuadas para lo electoral y lo partidario… pero solo para después de las elecciones cuando ya el golpe esté dado. Por respeto a los contendientes y al electorado tiene que reconocerse que nadie ha ganado todavía, pero que el daño causado por el vacío legal ya está hecho. Además, el «candado», que debió servir para lo inmediato, es un asunto de futuro, quizás sujeto a conveniencias del momento. Esos que ahora saltan con «buenas intenciones» a reconocer que procede fortalecer la institucionalidad para que la competencia sea auténticamente democrática, deben saber que la historia de la negación sistemática de instrumentos idóneos para consultar al pueblo ya está escrita con su balance de riesgos. Los más influyentes partidos le fallaron por decenios a la sociedad y hasta se aprovecharon con largueza de la carencia de regulaciones, dándose por cierto que la ausencia de reglas que erosionó la democracia interna propicia enconos y violencia que ya costaron tres vidas en la actual campaña. Roguemos para que el buen juicio de los liderazgos políticos y la firme gestión de la JCE en preservar como pueda la transparencia y calidad del proceso sirvan para arribar al out 27 sin mayores consecuencias lamentables.

La elocuencia de los hechos

Falta probar si a corto plazo puede generar confianza en el electorado aquella gestión municipal que no acierte en poner orden y limpieza en sus dominios mientras vive el proceso de aspirar a prolongarse en el mando con el apoyo de sus conciudadanos. El que desde fuera del ayuntamiento busque ser alcalde de Santiago puede prometer sin problemas que hará un buen trabajo, algo que le sería muy cuesta arriba al que está. El éxito edilicio depende mucho, como es lógico, de la atención que sepreste a asuntos atinentes: recoger basura, reparar vías proteger espacios públicos y los ríos del entorno, aspectos en los que la Ciudad Corazón tiene mucho que lamentar, aunque allí el municipio hizo casitas muy bonitas para unas decenas de necesitados. Zapatero a tu zapato.

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