México.- Melania Trump protagoniza el nuevo número de la edición mexicana de la revista Vanity Fair, donde se publica una entrevista con la primera dama estadounidense que ahonda en la relación con su esposo, su familia e incluso se muestra en contra de las operaciones estéticas.
La portada de febrero muestra a una sonriente Melania vestida de blanco, con un plato lleno de joyas que ella simula estar enrollando en el tenedor como si estuviera comiendo pasta.
En las declaraciones concedidas a la publicación, que ya aparecieron el pasado abril en un artículo de la revista GQ -también del grupo editorial Condé Nast-, la primera dama refleja su posición de “no entrar en política ni en temas legislativos”, porque es Trump “quien se ocupa de esas cosas». De los consejos que le da a Trump “nadie se entera y nadie se enterará jamás, todo eso queda entre mi marido y yo».
Melania narra cómo conoció a su esposo durante la Fashion Week de Nueva York. Entonces no le quiso dar su número de teléfono, y lo que hizo fue pedírselo a él, porque “quería ver cuáles eran sus intenciones».
“Hubo mucha química entre nosotros, pero su fama no me impresionó. Es posible que él lo notara”, relata Melania, de acuerdo con el avance proporcionado por Vanity Fair sobre el número que se publicará mañana. Al mismo tiempo afirma que nadie la controla, que viaja con Trump cuando puede y que su esposo la “apoya mucho».
“Si le digo ‘me voy a dar un baño o me van a dar un masaje’, él no se opone”, comenta. Se muestra en contra del “bótox y las inyecciones”, porque las considera perjudiciales “para la cara y para los nervios”, y dice que nunca ha empleado estos métodos- “Todo es mío. Envejeceré con dignidad, como le pasa a mi madre”, afirma.