El exministro de Educación Melanio Paredes propuso ayer a la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y al Ministerio de Educación abandonar las posiciones de fuerza y discutir sus diferencias en el Consejo del Pacto Educativo.
El también expresidente de la ADP consideró que no conduce a ningún lugar el escenario de confrontación entre los actores fundamentales del sistema educativo.
Dijo que hace el planteamiento como suscribiente del Pacto Educativo y entender que ese importante órgano debe convocarse con urgencia y sesionar a principios de este mes como ordinariamente corresponde, algo establecido por los propios participantes.
En una comunicación dirigida a los integrantes del Consejo General del Pacto Educativo por la Reforma Educativa, al ministro de Educación, Andrés Navarro; y a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional de la ADP, Paredes recordó que el primero de abril de 2014 se arribó a unos consensos básicos que permitieron rubricar el acuerdo por la educación.
“La firma del pacto nos hizo compromisarios de la búsqueda en común de una oferta educativa de calidad con un horizonte de 16 años, al menos cuatro administraciones de gobierno que aseguren políticas de Estado, mediante el diseño e implementación de políticas públicas que propendan a ese gran propósito”.
Señala que en su contenido el pacto dispone de los mecanismos de seguimiento y monitoreo que permitan establecer las alertas y el redireccionamiento pertinentes, si asomaran diferencias u obstáculos que impidieran avanzar en las metas educativas por una educación de calidad.
Aseguró que en las últimas semanas la sociedad dominicana ha sido testigo de acciones y comportamientos de actores fundamentales suscribientes del Pacto Educativo que transgreden, no solo su filosofía, sino acuerdos básicos que lo sustentan y le dan legitimidad.
Citó entre las partes que consigna el pacto, la creación de un espacio permanente de diálogo y seguimiento entre el Ministerio de Educación y el sector docente organizado que permita, en el marco y el espíritu del Pacto Educativo, la exaltación del valor de la carrera docente y el compromiso recíproco del cumplimiento de los acuerdos.
Dice que el propio pacto establece la manera correcta de abordar lo referente a las demandas específicas del magisterio, siempre al amparo del diálogo y no de la confrontación, cuando habla respecto a las condiciones de vida y de trabajo de los docentes.
Señala que el pacto establece que la plena vigencia del Estado de derecho supone que cada uno reconoce los derechos y obligaciones derivados del marco normativo existente en el país.
Dijo que el pacto, el Estado y sus instituciones de gobierno son la autoridad legítima para cumplir y hacer cumplir la ley en todos los términos, incluido un régimen de consecuencias para la inobservancia de la misma conforme al debido proceso.