Para el psiquiatra César Mella, la trayectoria transparente, sin cuestionamientos y de filantropía del reconocido merenguero dominicano Johnny Ventura fueron aspectos que incidieron y que motivaron al pueblo dominicano a “tirarse” a las calles en manifestación de afecto durante los tres días de los actos fúnebres, tras su fallecimiento el pasado miércoles 28 de julio.

Conocido como “El Caballo Mayor”, Ventura falleció a los 81 años de edad, víctima de un infarto fulminante.
De acuerdo al especialista de la conducta humana pasarán muchos años para que vuelva a suceder un acontecimiento similar.

“El hecho de que el país entero se haya volcado en lágrimas y en una manifestación de duelo tiene varios componentes y es que, primero, nadie lo esperaba, segundo, el país tiene casi dos años sufriendo una de las peores pandemia que conoce la humanidad, entonces, vio en esa muerte de Johnny una forma de llorar todo ese sufrimiento acumulado en una figura que indudablemente representa, no solo a los sectores populares, sino, a una de las máximas figuras del merengue”, precisó.

Recordó que el reconocido artista no tuvo conflictos en el delicado mundo de la farándula, además de llevar una vida ejemplar para niños y adolescentes en formación.

Siendo alcalde y diputado, nunca se le vinculó a actos de corrupción, agregó Mella.
“No se le puede endilgar ninguna hoja oscura en su biografía. El pueblo estaba esperando, por decirlo así, un desahogo sentimental y por eso durante tres días lo acompañó a donde quiera que llevaron sus restos”, precisó.

Para el especialista de la salud mental, Johnny ha dejado triste al pueblo dominicano, como consecuencia de una perdida totalmente irreparable.

Desde su óptica fue una vida llena de éxitos, filantropía, solidaridad y honestidad.

Mella expresó que aunque fueron concurridos los acto fúnebres de figuras como Joaquín Balaguer, José Francisco Peña Gómez, Juan Bosch y Freddy Beras Goico, entre otros, ninguno se compara con lo sucedido con el Caballo Mayor.
“Habrá que esperar que transcurran muchos años para poder evaluar y aunque las comparaciones son malas, siempre vamos a recordar como el país entero se ha unificado en una manifestación de duelo. Gente de todas las edades, sexo y condición social ha querido despedir al que fue un gran líder del arte popular, del comportamiento probo y un ejemplo para una nación como la nuestra que supo interpretar a profundidad sus angustias, su alegría y sus deseos”, precisó el especialista, al ser consultado sobre las muestras de dolor por la irreparable perdida del merenguero.