¿Memoria extraordinaria?

¿Memoria extraordinaria?

KEDMAY T. KLINGER BALMASEDA
klinger_psicología@yahoo.es
Tendemos a considerar la memoria como algo dado. Únicamente cuando nos enfrentemos con personas cuya memoria es excepcional, empezamos a darnos cuenta de cuánto dependemos de esta facultad mental.

Hay que reconocer que la memoria humana, a diferencia de la memoria de los animales,  actúa principalmente sobre la base de sus necesidades presentes, por lo que puede contemplar el pasado y planear el futuro. Las funciones generales de este sistema de memoria abarcan la retención de información, el apoyo en el aprendizaje de nuevo conocimiento, la comprensión del ambiente en un momento dado, la formulación de metas inmediatas y la resolución de problemas. Es por esta razón que debido a las limitaciones de capacidad, cuando una persona realice una determinada función, las demás no se podrán llevar a cabo en ese momento.

Notamos, a veces, que pasamos por momentos que llamamos, “un recuerdo de flash”, en el que enfrentamos esa experiencia de recordar vívidamente cierto suceso y los incidentes que le rodean, incluso después de que ha transcurrido mucho tiempo. Los sucesos que provocan un impacto profundo o que son, por algún otro motivo, muy significativo, con frecuencia se recuerdan de esa manera, y que estos recuerdos de flash son exactos, se crean en el momento del suceso y se recuerdan mejor debido a su contenido altamente emocional.

Por tal razón, existen diversas teorías acerca de cómo generan las persona estos recuerdos, y se plantea que si se activa un mecanismo en el cerebro cuando algo especialmente importante, impactante o notable está cerca,  se refuerza periódicamente ese suceso importante que está destinado a ser recordado y discutido muchas veces a lo largo de los años.

Los estudios sobre memoria demuestran que muchas personas, aun las ya mayores, tienen mejor memoria de lo que creen, pero es importante tener en cuenta que para mejorar y trabajar constantemente nuestra memoria hay que considerar la motivación que le damos a cada cosa, la práctica que cada recuerdo necesita, la confianza que tengamos en nuestra capacidad, y la atención y concentración que le demos a cada experiencia.

Por cierto, ¿cómo se llama esa persona sin cuyas funciones difícilmente podríamos subsistir los ejecutivos? Ah, sí, la secretaria, por cierto hoy es su día; muchas felicidades.

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