POR MANUEL JIMENEZ
Elr arzobispo metropolitano de Santo Domingo, cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, fue mencionado el viernes por el diario italiano La República, de Roma, entre los cardenales latinoamericanos que podrían ser considerados para reemplazar al Papa Juan Pablo II.

El diario, en un amplio trabajo sobre los posibles sucesores del Papa, menciona también los nombres de otros cuatro cardenales latinoamericanos, el salesiano Oscar María Rodríguez Maradiaga, de Honduras; Rivera Carrera, de la Ciudad de México, José María Bergoglio; de Buenos Aires y Claudio Humes, de Sao Paolo, Brasil.

El cardenal López Rodríguez, quien habla varios idiomas, nunca ha querido responder preguntas relacionadas con un eventual desempeño papal.

“Nunca he pensado en eso”, respondió en una ocasión al periodista Orlando Gil, quien le preguntó sobre el particular en un espacio de la televisión local.

Ayer, este diario quiso conocer la reacción del prelado en torno a la publicación del diario La República, pero en la sede del Arzobispado de Santo Domingo se informó que se encuentra fuera del país y que retornaría este domingo.

A continuación el texto íntegro del trabajo publicado por el diario italiano, transcrito al español con la colaboración de Marlen Jiménez.

“Todavía no han sido llamados a Roma, pero los 117  cardenales que tienen derecho a la balota están listos para participar en el cónclave para la eventual elección de un nuevo Papa.  La convocación oficial sólo puede efectuarse con el aviso oficial de la muerte del Pontífice, pero muchos de los cardenales ya se están trasladando espontáneamente a la capital Italiana.

Según el código eclesiástico, el derecho a elegir el Pontífice romano se le confiere únicamente a los cardenales de la Santa Iglesia Romana, a excepción de aquellos que, antes del día de la muerte del Sumo Pontífice o antes del día en el cual la Sede Apostólica quede vacante, hayan cumplido los 80 años de edad.

El número máximo de cardenales a elegir no puede superar los 120.  En los días anteriores, el número  de cardenales ha disminuido, pues han alcanzado los 80 años los cardenales Alexandre do Nascimento y Antonio José Gonzáles Zumarraga.  El próximo cardenal a quedar fuera de los elegidos será el veneciano Marco Ce, quien estará alcanzando sus ochenta años el próximo 8 de julio.

Hasta el momento, sin embargo, el grupo de italianos está compuesto de veinte e incluso después de la salida de Ce, será el más numeroso de todos: En el colegio cardenalicio, de hecho, estarán participando 66 países de los 5 continentes, 52 de los cuales tienen representantes y entre estos últimos además de Italia, Estados Unidos, con 11, excede el umbral de los 10 representantes del cónclave.  No es ciertamente importante que la lista de cardenales italianos sea numerosa pues esta masiva presencia no influirá en un eventual  cónclave.

Ha sido Juan Pablo II, quien ha querido respetar la tradicional prevalencia de los italianos en el colegio cardenalicio, nombrando él mismo la cantidad de 114, completan la nómina, el alemán Ratzinger, el estadounidense Baum y el filipino Sin. 

En la capilla sixtina se podría, por lo tanto, comenzar la votación con un cardenal italiano. Entre los candidatos italianos, el nombre que más ha sonado en las últimas semanas es el arzobispo de Milano, Dionigi Tettamanzi Brianzolo, de 71 años, quien fue secretario general de CEI y arzobispo de Génova.

 Otro posible Papa es el veneciano Ángelo Scola, de 63 años, quien ha recibido señales de predilección por parte del actual, cuando lo nombró reportero general del siguiente sínodo de los obispos.  Tanto el arzobispo de Milano como el Patriarca de Venecia son teólogos de gran fama provenientes del mundo académico.

Otro predilecto por el Papa es el presidente de la CEI, Camillo Ruini, quien además de ser vicario de la ciudad de Roma, es, con el secretario de Estado, Ángelo Sodano, el principal colaborador de Juan Pablo II. 

Entre los italianos, Ruini, de 74 años (teólogo de fama y experto político) es el más conocido a nivel internacional,  habiendo sido relator general de Europa, del sínodo especial en 1990, y porque la CEI ha ayudado con gran generosidad a las iglesias del Tercer Mundo.

Conocidísimo y estimado en el mundo, el cardenal Carlo Maria Maritni, pero como el ex obispo de Bologna, Giacomo Biffi, tiene en contra la edad.

 Igualmente con poca credibilidad, por el hecho de no tener experiencia pastoral, los cardenales italianos que cubren encargos de la curia:  Sodano, Re, Nicora, Sepe, Marchisano, Sebastián e Marino, así como los ex jefes ministros Pompodda y Cacciavillan.

Entre estos, Sodano podría ejercer un rol de elector especial si después de la votación no sale electo un italiano.  Como nuncio en Chile, ministro del exterior y secretario de Estado, el cardenal de Asti se ha  preocupado particularmente por las relaciones con los gobiernos y las iglesias de Latinoamérica, que con su cardenal No. 21 podría dar a la iglesia una nueva guía.

Los nombres más mencionados son los siguientes cinco: (Nicolás de Jesús)  López Rodríguez, de Santo Domingo, el salesiano Oscar María Rodríguez Maradiaga de Honduras, Rivera Carrera de la Ciudad de México, José María Bergoglio de Buenos Aires y Claudio Humes, de Sao Paolo Brasil. 

Son considerados para el Papado los indios  Iván Dias y Telesphores Toppo.  En Europa suena el nombre, entre los no italianos. El arzobispo de Viena, Christoph Schoenborn.

Ha sonado en estos días el nombre del Alemán Joseph Ratzinger, preferido por la congregación de la doctrina de la fe, pero sus 77 años de edad, su neta caracterización como conservador y mala condición de salud, hacen particularmente improbable su elección”.