El menor de 16 años que mató a su padre de un disparo en la cabeza y luego lo introdujo en un tanque plástico en el asiento trasero de su vehículo llegó a fotografiar el cadáver con su teléfono celular en varias ocasiones durante el velatorio, y lo lloró junto a los demás parientes y allegados.
Familiares y amigos de la víctima relataron ayer a Hoy que el jovencito, cuyo nombre se omite por razones legales, fungía como asistente de su padre, Ricardo Antonio Reyes Valerio (Richard) de 36 años, un mecánico de profesión, que cobró notoriedad en el sector de Villas Agrícolas donde residía por sus habilidades como técnico de plantas eléctricas.
Aunque el hecho ocurrió el pasado sábado, fue ayer cuando la Policía Nacional dio a conocer los detalles del crimen y la vinculación del joven en el hecho, junto a un amigo.
Ese muchacho sabía andar con Richard haciendo trabajos de mecánica, ya que al ser tan tremendo en cuanto a su comportamiento Richard optó por andar mejor con él, para que no fuera a buscarse problemas en la calle, aseguró Marino Martínez, quien dijo ser primo de la víctima.
De su lado, Juan Mena, amigo de infancia de Richard, afirmó que el joven homicida recibió el sobrenombre de El Necio, por su mal comportamiento en la escuela, de la que fue expulsado en varias ocasiones.
Mena, quien estuvo detenido para fines de investigación, ya que fue la persona que encontró el vehículo en la avenida Máximo Gómez esquina Nicolás de Ovando, afirmó que nunca se imaginó que su amigo estaba dentro del automóvil, cuando lo estacionó cerca de su casa.
Por una pela
La Policía Nacional informó ayer que el menor admitió a los investigadores que mató a su padre porque éste un día antes le había dado una pela, para que dejara de andar con personas extrañas.
Precisa el informe que para cometer el crimen el victimario utilizó una pistola marca Browning, calibre 9 milímetros, número 245NV70480, que, según él, es propiedad de una hermana residente en Italia.
Agrega la Policía que el menor confesó que luego de matar a su padre entró el cadáver en un tanque azul, atado con un cable eléctrico y que después llamó a su amigo Alexander de Jesús Mesa, de 21 años, a quien pidió que fuera a su casa para mostrarle algo.
El documento policial dice que cuando el amigo del homicida llegó, este le enseñó el cadáver de su padre y que tras manifestarle lo sucedido le pidió que lo ayudara a bajar el tanque con el cuerpo desde el segundo nivel de la casa donde residía, lo que hicieron.