POR LLENNIS JIMÉNEZ
Las investigaciones sobre los múltiples y abominables crímenes atribuidos a una pareja de esposos, que se presume les quitaron la vida a unas doce personas dentro de su casa y en otros lugares, se realizan actualmente a dos menores de edad detenidos, por ser los que han ofrecido la mayor cantidad de informaciones confirmadas luego por las autoridades.
El fiscal de la provincia Santo Domingo, Perfecto Acosta, también declaró que mientras tanto persiguen a otros dos implicados en la red dedicada a asesinar a otras personas para despojarlas de bienes materiales.
Ayer, luego de descubrirse la red criminal y el hallazgo de dos cadáveres, la casa de la pareja Joel Antonio Rodríguez Díaz y Rosy Rosanna de León Vicente, es visitada a diario por ciudadanos de diversos estratos sociales.
Tras anunciar que extenderán las investigaciones al interior del país, Acosta declaró que hoy será sometido a la justicia el sargento Pablo Valdez Valdez (Uva), para quien solicitarán medidas de coerción por estar acusado de participar en los crímenes en la vivienda número 3 de la calle Privada en el sector Los Coquitos de Mendoza, Santo Domingo Este. Luego del hallazgo de los dos cadáveres y de comprobarse la existencia de varias fosas para sepultar otros, la vivienda ha sido casi destruida por vecinos y asistentes al lugar.
Asimismo, vecinos y visitantes descargan su disconformidad escribiendo letreros en las paredes de la vivienda tales como Joel, asesino. El destripador, mataban por diversión, la casa de los muertos, el hombre de los muertos y el asesino a sangre fría.
Asimismo, Luis Manuel Vargas, el hombre que dijo ser dueño de la vivienda que ocupaba la pareja, también fue detenido y sometido a la justicia por cargos de asociación de malhechores.
El fiscal Acosta, quien tiene la tarea de recopilar las evidencias, dijo que llevarán las investigaciones hasta el poblado de Sombrero, provincia Peravia, porque en el lugar asesinaron a varios motoristas, a ver si los detenidos también están implicados en estos crímenes.
Además, manifestó que trabajan para esclarecer la versión atribuida a De León Vicente, de que los cadáveres de dos de las personas asesinadas fueron lanzados al Mar Caribe.
Adelantó que también hoy esperan recibir los resultados de las necropsias practicadas a dos de los restos encontrados en la casa que habitaba la pareja.
Manifestó que los dos menores, de 14 y 15 años de edad, involucrados en la cadena de muertes, habrían confesado que también asesinaron a varias personas, entre ellos, a Nelson Duluc, el hijo de un abogado de San Cristóbal, quien los habría identificado.
Añadió que el caso del menor acusado de darle muerte al hijo del abogado Duluc, será sumado al expediente que se les someterá por ante el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes del distrito judicial correspondiente.
Otra de las presuntas víctimas de ambos menores habría sido identificada como Héctor Inoa, a quien uno de éstos le habría dado una pedrada que lo dejó moribundo en el ensanche La Fe, en la capital, para sustraerle una camioneta.
El fiscal Acosta dijo que ambos menores están recluidos en un centro de atención del sector Cristo Rey y que recurrirá a un juez para continuar interrogándolo.
Los restos de las dos personas encontradas en el patio de la vivienda correspondían al chofer Luis Manuel Díaz Pérez y al cabo policial Andrés DOleo Quezada.
Según las autoridades, al cabo la detenida De León Vicente le pidió que le compraba un tanque de gas y al chofer Díaz Pérez lo contrataron para un acarreo.
De acuerdo al fiscal Acosta, los crímenes comenzaron a descubrirse cuando la familia de Díaz Pérez denunció que lo habían visto con De León Vicente, lo que permitió que un hermano de la víctima, junto a la niña con la que éste andaba en el camión, ubicaran la casa.
Las autoridades encontraron dentro de la casa parte de la camioneta de Díaz Pérez, así como la mano descompuesta de una persona no identificada hasta el momento.
Actualmente, la pareja, Rodríguez Díaz y De León Vicente, están, el primero preso en la Penitenciaría de La Victoria y a la segunda en la cárcel de Najayo.
De acuerdo al fiscal Acosta, De León Vicente habría confesado la forma cómo planificaban los crímenes con los hombres que ella alegadamente persuadía solicitándoles servicios, para que ingresaran a la vivienda.
Asimismo, que cuando las personas iban a ser asesinadas, su marido le encomendaba irse al colmado para que no viera los hechos, pero que los dos menores siempre habrían contemplado los crímenes. Nadie quiere dar su nombre en los predios de Los Coquitos cuando se trata de emitir opiniones al respecto, pero sí piden castigos para los culpables.
Asimismo, tejen varias versiones, pues unos dicen que era un hombre cristiano, otros, que hacía mucha bulla con la radio, que no se relacionaba con nadie y que ni abría las puertas.