Menores son juzgados como adultos en EEUU

Menores son juzgados como adultos en EEUU

WASHINGTON. AFP.  Dwayne y Andre «cometieron un error» cuando tenían 16 años. Pero como miles de jóvenes estadounidenses, fueron condenados por la justicia en calidad de adultos, luego encarcelados en prisiones comunes, una realidad para la que no estaban preparados.

En Estados Unidos existe un sistema judicial y centros de detención para menores, pero la mayoría de los estados permiten que los menores sean juzgados por el sistema para adultos, en función de su edad o de la naturaleza del delito cometido.

Según la asociación «Campaña para la Justicia de Menores», que lucha contra esta práctica, alrededor de 200,000 jóvenes son juzgados por año, condenados o encarcelados como si fueran mayores de edad.

En diciembre de 1996, Dwayne atacó a un conductor para robarle su auto: nueve años y medio de cárcel después, está por publicar un libro.

«Tuve suerte porque era maduro para mi edad y fui lo suficientemente astuto para entender que si me mostraba independiente, (los otros detenidos) me dejarían ocuparme de mis asuntos», explicó a la AFP este joven negro de 28 años sonriendo.

«Pero no todo el mundo lo entiende», agregó, algunos adolescentes arrojados en un «mundo de hombres», no son «lo suficientemente maduros como para adaptarse a las reglas del juego, para saber controlar sus deseos». Y de hecho vio cómo varios contrajeron el VIH con detenidos mayores.

Dwayne recuerda que uno de sus compañeros de celda, de 26 años de edad,fue condenado también por la justicia común cuando era menor. Su pena fue de 99 años de prisión.

«Cuando las puertas de la prisión de cierran sobre uno, es como si se olvidara toda la vida, todo se va», dice suspirando Andre, de 18 años de edad. Con tan sólo unos meses fuera de la cárcel, el joven no olvida fácilmente.

«El primer día en la cárcel fue como si me hubieran violado, tuve que desnudarme frente a otros hombres», cuenta.

«Es nuevo para mí, tengo 16 años, es la primera vez que cometo un delito, no entiendo lo que me sucede».

El adolescente pudo evadirse gracias a la lectura y a la poesía. Sobre todo cuando fue enviado a Dakota del Norte (norte), a miles de kilómetros de su familia, para cumplir los últimos meses de su pena.

«Traté de tener la mente clara y de hacerle frente», murmura.

Desciende su cabeza. «Mi juez pensaba que era alguien tan dañino, me dijo que era una amenaza para la sociedad. ¿Una amenaza para la sociedad? Es el primer delito que cometí en mi vida».

«Y ahora, tengo antecendentes legales», se lamenta el adolescente, algo de lo que están exonerados quienes son juzgados por la justicia de menores.

Tras dos años de prisión, «cuando quise retomar los estudios tuve problemas por mis antecedentes, es como si fuera un mafioso».

«En el sistema adulto, te empujan a una celda y se contentan de cerrar la puerta», asegura Tyrone, de 16 años. Contrariamente a los centros de reclusión de menores donde «verifican en qué estás, se ocupan de ti», y se pueden continuar los estudios.

«En el sistema adulto, deben encontrar (los jóvenes) por sí mismos la respuesta a sus necesidades y los medios para protegerse, están encerrados con gente mayor que ellos (…), pueden ser maltratados», resume David Altschuler, especialista en justicia de menores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore.

Las frases

Dwayne

El primer día en la cárcel fue como si me hubieran violado, tuve que desnudarme frente a otros hombres».

Andre

Cuando las puertas de la prisión de cierran sobre uno, es como si se olvidara toda la vida, todo se va”.

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