Menos crecimiento y más desempleo para la economía española en próximos años

Menos crecimiento y más desempleo para la economía española en próximos años

Madrid, (EFE).- El Gobierno español revisó hoy a la baja sus previsiones de crecimiento para los próximos años y reconoció que el desempleo, que ya afecta casi al 20 por ciento de la población activa, será mayor del previsto al menos hasta 2013.

Cuando aún resuena el eco de la tempestuosa sesión parlamentaria de ayer, en la que el Gobierno salvó por sólo un voto su polémico plan de choque para reducir el déficit público, los datos revelados hoy por el Consejo de Ministros avivaron la inquietud que envuelve la maltrecha economía española.

Esos planes de reducción de la deuda pública han trastocado todo el cuadro macroeconómico español, con revisiones a la baja en la mayor parte de los componentes de la economía en el periodo 2010-2013, desde el empleo y el crecimiento, hasta las inversiones y el consumo.

Según las cifras mostradas hoy por el Ejecutivo, el desempleo, la principal preocupación de los españoles, cerrará este año 2010 con un 19,4 por ciento de la población activa, cuatro décimas por encima de su última previsión.

En 2011, el desempleo se situará en una media del 18,9 por ciento, cinco décimas más de los cálculos anteriores.

Aunque en 2012 y 2013, las nuevas previsiones del Gobierno contemplan una reducción del desempleo hasta el 17,5 y el 16,2 por ciento, respectivamente, sin embargo, estas estimaciones son también peores que las anteriormente calculadas.

Además, la economía española crecerá menos en los próximos tres años: el 1,3 por ciento en 2011 (cinco décimas menos que la estimación anterior), un 2,5 por ciento en 2012 (frente al 2,9 por ciento antes adelantado) y un 2,7 por ciento en 2013 (cuatro décimas menos que las inicialmente planteadas).

En cuanto a la inversión, en 2010 caerá el 7,2 por ciento, un retroceso siete décimas mayor que la previsión anterior, y en 2011 bajará un 1,3 por ciento, mientras que antes se pensaba que podría estar creciendo el 0,3 por ciento.

En 2012 ya se advertirá un incremento de las inversiones, pero será del 4 por ciento y no del 4,2 por ciento previsto, mientras que en 2013 el aumento será del 5,4 por ciento, cinco décimas menor.

En su batalla por reconducir la debacle económica, el Gobierno también anunció hoy que el techo de gasto para el próximo año será de 122.256 millones de euros (150.358 millones de dólares), un 7,7 por ciento menos que el presupuesto inicial de 2010.

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de este viernes, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó que el recorte va en la línea de la «necesaria austeridad» a la que está obligado el Ejecutivo.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, especificó que el gasto de los ministerios se reducirá el 15 por ciento «ó más» en 2011.

En este próximo año, aseveró al respecto Fernández de la Vega, será preciso un «gran esfuerzo de contención» para reducir el déficit, hasta que se coloque por debajo del 3 por ciento del PIB en 2013, tal y como reclaman las autoridades económicas de la UE, que no pierden detalle de los intentos del Gobierno español para vadear la crisis.

El decreto-ley, que establece la bajada de los salarios de los empleados públicos, la congelación de las pensiones y el recorte de la inversión, fue aprobado en el Congreso de los Diputados (cámara baja del Parlamento español) por 169 votos a favor, 168 en contra y 13 abstenciones.

Tras la votación, la principal fuerza de la oposición en España, el conservador Partido Popular (PP), reclamó el adelanto de las elecciones generales, como «un acto de responsabilidad».

Los comicios generales en España están convocados para 2012 y un año antes las elecciones locales y autonómicas.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, insistió hoy en la posibilidad de los comicios y subrayó que si el decreto-ley del recorte del déficit no hubiera sido aprobado, el Ejecutivo se habría visto en la disyuntiva de presentar un plan de reformas sometido a una moción de confianza o bien a convocar elecciones anticipadas.

Sin embargo, la vicepresidenta primera rechazó tal eventualidad y reiteró que los ciudadanos otorgaron su confianza al Ejecutivo para cuatro años, un tiempo que no ha transcurrido aún, subrayó.

«Estamos haciendo lo que toca hacer, no lo que nos gusta hacer, y lo estamos haciendo por responsabilidad con los ciudadanos y con el país», aseguró Fernández de la Vega. EFE

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