Menos estrés durante la Navidad y Año Nuevo

Menos estrés durante la Navidad y Año Nuevo

Las festividades de fin de año son para muchos una época de mucha actividad y cambios en la rutina familiar, presión económica, expectativas poco realistas y tristeza por la imposibilidad de reunirse con los seres queridos. Estos factores pueden aumentar la tensión en la familia. Es importante encontrar maneras de reducir el estrés para evitar que empañe el regocijo familiar.

Desde el Día de la cena de Noche Buena hasta el Año Nuevo, puede parecernos un torbellino de actividades sin fin?, apunta Susan Donohue, consejera en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California

Ir a comprar adornos y regalos navideños, escribir tarjetas para amistades y familiares y preparar comidas para grupos numerosos son algunos de los factores que aumentan la tensión durante esta época, contribuyendo al cansancio. Como si fuera poco, muchos niños también tienen vacaciones escolares y hay que entretenerlos en casa mientras se trata de realizar todas las actividades adicionales.

Evite acabar exhausto. Sea realista acerca del tiempo que tienen disponible usted y los demás miembros de la familia. Establezca prioridades e incluya dentro de ellas apartar un poco de tiempo para estar a solas y atender a su necesidad de calma y descanso. Al considerar alguna actividad, pregúntese si realmente tiene que hacerse y, de ser así, si usted es la única persona que puede llevarla a cabo.

El gasto de los regalos y reuniones para celebrar con familiares y amistades o participar en el intercambio de regalos en el trabajo también aumentan la presión económica en muchos hogares. Mantenga la calma y proteja el presupuesto familiar recordando que es posible celebrar las fiestas decembrinas sin gastar grandes sumas de dinero.

Haga lo posible por evitar tener expectativas poco realistas consigo misma o con otras personas. No espere que todo quede perfecto y ni que todos se porten a las mil maravillas.

Recuerde que la manera de pensar y las costumbres de los demás no pueden cambiarse con facilidad. Los conflictos y problemas familiares no se esfuman simplemente por ser diciembre. No piense que cada momento estará lleno de gozo ni que el tiempo que pase con familiares estará siempre lleno de armonía.

Al limitar su participación en actividades que otros propongan, considere de antemano cómo va a responder cuando familiares o amistades se muestren decepcionados por su falta de participación.

Ante todo, pregúntese, ¿Qué me gustaría que recuerden mis hijos cuando sean adultos acerca de las fiestas decembrinas? ¿Qué experiencias quiero para mis hijos en esta época? ¿Qué experiencias quiero para mí?? Sus respuestas serán la mejor guía no sólo para disfrutar más de la época sino para forjar bellos recuerdos, que sus hijos atesorarán toda la vida.

Fuente: Revista Ciencia Plus

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