Menos influencia de EEUU en la gobernanza de Internet, pero ¿a qué precio?

Menos influencia de EEUU en la gobernanza de Internet, pero ¿a qué precio?

WASHINGTON. AFP. Estados Unidos dice estar dispuesto a renunciar a su rol central en la gobernanza de Internet, pero este cambio, que también buscan otros países como Brasil, puede resultar más complicado de lo que parece a simple vista.  

Desde 1997 es responsabilidad del Icann, organismo con base en California y que depende en última instancia del Departamento de Comercio de Estados Unidos, la supervisión de los nombres de los dominios en Internet (el «.com», por ejemplo).

Sin embargo, el mes pasado Washington abrió la puerta a un traslado de esta supervisión a la «comunidad multilateral mundial», y estableció 2015 como plazo para hacerlo.

Esta decisión tiene lugar en medio de las críticas crecientes de otros países por el peso de Estados Unidos en la gobernanza de Internet, juzgado como excesivo.

Las revelaciones realizadas el año pasado por el analista Edward Snowden sobre el espionaje de las agencias de inteligencia estadounidenses aumentaron las tensiones, alimentando los temores de que esta potencia occidental manipule Internet para su propio beneficio.

La necesidad de una gobernanza mundial de internet ha sido planteada recientemente por otras potencias, por ejemplo Brasil, que organizó una conferencia tecnológica internacional en mayo en Sao Paulo para discutir el tema.

 – Internet bajo control. Algunos advierten que este cambio podría poner en riesgo a largo plazo la libertad de expresión.

Este en uno de los argumentos esgrimidos por un grupo de legisladores estadounidenses que presentaron un proyecto de ley para bloquear los cambios aprobados por Estados Unidos en lo que refiere a la gobernanza de Internet.

«Solo en el mes de marzo, hemos visto a Rusia bloquear sitios web de la oposición, a Turquía prohibir Twitter, a China imponer nuevas restricciones a los videos en línea y a un importante político malasio comprometerse a censurar Internet si se le da la oportunidad», dijo el representante John Shimkus, uno de los patrocinadores del proyecto de ley. «Hay gobiernos realmente autoritarios en el mundo hoy que no tienen tolerancia a la libre circulación de información e ideas», agregó.

Estados Unidos quiere evitar que el regulador se convierta en un organismo politizado. A fines de 2012, Washington se opuso junto a otros países a un tratado sobre telecomunicaciones que iniciaba el camino para que una agencia de Naciones Unidas se encargara de la regulación de Internet.

«Muchos de estos gobiernos no están buscando una Internet gratis y abierta», explicó a la AFP Greg Shatan, abogado estadounidense implicado en los grupos de trabajo del Icann. «Están buscando una Internet moderada, controlada», agregó.

Lawrence Strickling, responsable de la división sobre Internet del Departamento de Comercio, dijo el viernes en un foro en Washington que la regulación es «en gran parte una tarea administrativa» que consiste en verificar la fiabilidad del llamado servidor raíz.

Sin embargo, advirtió que «nada pasará» en este terreno a menos que exista un consenso sobre la gobernanza que responda al criterio estadounidense de evitar un sistema intergubernamental o dirigido por un gobierno.

A simple vista, el rol del Icann parece muy técnico. Sin embargo, sus tareas pueden llegar a ser polémicas, por ejemplo cuando tiene que establecer nuevos dominios con connotaciones políticas («.corrupción»), relacionadas a marcas («.amazon») o incluso para identificar sitios pornográficos («.xxx»).

 – EEUU envía un mensaje. Daniel Castro, analista de la Fundación para la Informática y la Innovación, manifiesta en un informe su preocupación por que, sin la vigilancia estadounidense, el Icann no deba rendir cuentas y esté «motivado solamente por los intereses de los individuos que controlan la organización».

No obstante, el presidente del Icann, Fadi Chehade, afirmó durante una visita a Washington la semana pasada que Internet «ha demostrado una extraordinaria capacidad para autogobernarse» en los últimos 16 años.

Para él, la retirada del gobierno estadounidense «envía al mundo un mensaje de confianza en el modelo multilateral».

Algunos expertos estiman también que Estados Unidos debe hacer un gesto simbólico para tranquilizar a sus aliados diplomáticos tras las declaraciones de Snowden.

El rol del país norteamericano debe cesar en algún momento, pero las revelaciones de Snowden aceleraron el proceso, considera Milton Mueller, profesor de la Universidad de Siracusa.

«No podemos decir que queremos una solución no gubernamental y tener un gobierno que controla las cosas», señala.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas