Porque rebosará la tierra
con el conocimiento del Señor
como rebosa el mar con las aguas
Isaías 11:9b
Este tiempo es justo el tiempo de desatar el alma. La novedad de Enero nos trae el impulso de los objetivos que queremos alcanzar. Para visualizarlos, basta con que limpiemos nuestro interior y saquemos los trastes viejos y sucios que confunden lo valioso con lo superfluo. De esta manera, descubrimos cantidad de tesoros olvidados y con sorpresa nos percatamos que son nuestros, siempre han sido nuestros. Con ilusión y esmero, los limpiamos del polvo de la prisa, del moho de la rutina, del oxido del enojo y la ira, de las manchas de la angustia y la falta de fe. Y alborozados, descubrimos su brillo inusitado, su valor y poder para nuestra vida. Porque Enero es el tiempo de abrillantar nuestros dones, nuestros talentos y habilidades, nuestra fuerza interior para enfrentar el tsunami de violencia que nos amenaza hoy día en todos los órdenes. Es tiempo de hacer promesas, trazar propósitos, iniciar el camino de nuestras metas con optimismo, confianza y fe, no importando que parezca una utopía inalcanzable. Porque aquellos que afianzan su poder en la fe, saben edificar sobre cimientos sólidos, que ningún acontecimiento material o emocional puede derrumbar. Esa fe en la Palabra de Dios, en sus promesas, en sus realidades para nuestra vida, los hará fuertes para vencer los obstáculos y para lograr lo humanamente imposible. No importa lo oscuro que parezca el mundo, el caos que prevalezca a nuestro alrededor, lo difícil que luzca nuestro futuro, siempre, siempre, habrá una luz que ilumine la más densa oscuridad. Nosotros somos esa luz. Está en nuestro interior. Descúbrala y déjela salir. Porque esa luz le habla en el silencio y en el ruido ensordecedor de la cotidianidad, en el tumulto o en la individualidad de la soledad. Una luz que provoca la fuerza del amor y de la paz entre todos. Una luz que se encienda en el interior de cada ser humano y se convierta en fogata en el seno de cada hogar dominicano, donde se cocinan los sueños y las esperanzas de todos, con los ingredientes del amor y la confianza de que disfrutarán de ellos. Asi que, si hasta ahora habías acunado una intermitente luz en tu interior, es el tiempo de activarla para que ilumine todo tu ser. Para que tu sonrisa se esparza hacia los demás, tus actuaciones sirvan de ejemplo a los que te rodean, tus palabras lleven sabiduría y paz, y tu vida resplandezca de gozo y prosperidad. Porque es el tiempo de afilar el instinto de tu luz espiritual, esa que nunca se apaga porque forma parte de nosotros mismos, y dejarla que se proyecte en múltiples facetas de luces multicolores, como arcoiris radiante, derrochando efluvios de buena voluntad. Lograr esto es tan simple como decidirnos a hacer lo correcto. Ese buen hacer que nos convierte en portadores de la buena nueva de la paz, únicamente posible al amparo de la cosecha del amor fraternal entre todos los seres humanos. No lo dudes. Una nueva oportunidad de cambiar tu vida ha llegado. Únete a aquellos que confían y nunca temen. Que alaban y agradecen, que se gozan en los múltiples y exquisitos regalos del Señor, para que nuestro tiempo en la tierra sea fructífero para la gloria de Dios, en su conocimiento y sabiduría. El lo ha prometido a través de los tiempos, por boca de sus profetas que como Isaías proclaman:
Levántate y resplandece,
que tu luz ha llegado!
¡La gloria del Señor brilla sobre ti!
Mira, las tinieblas cubren la tierra
y una muy densa oscuridad
se cierne sobre los pueblos.
Pero la aurora del Señor
brillará sobre ti.
¡Sobre ti se manifestará su gloria!
Isaías 60,1-2
En nuestra portada y entrevista central de esta primera edición del 2006, les presentamos la esperanza y lozanía de la juventud, dignamente representada por Aisha Syed, bien llamada la niña prodigio, por sus exquisitos talentos como violinista que la han hecho ser admitida en la prestigiosa escuela Yehudi Menuhin, en Inglaterra, donde además es la única latina. Descubra sus experiencias y sueños a través de este lindo reportaje donde ella expresa que El violín es como mi corazón.
Pero además, podrán disfrutar de las actividades más importantes con que culminó el año 2005, así como las bodas de la quincena y reportajes de interés para todos nuestros fieles lectores.
Con nuestros más fervientes deseos de paz y prosperidad para este año que recién inicia, nos despedimos hasta la próxima quincena. ¡Que Dios los bendiga!