El mundo fue hecho a través de la palabra y hoy día se mueve por sus designios. La palabra es el poder que  mueve el desarrollo o el caos individual o colectivo, porque a través de ellas se declara, se esclarece, se confunde o se silencia.

Se alaba, se detracta, se miente, se ofende, se motiva y se halaga. Y es que definitivamente tenemos que entender que ¡las palabras tienen poder!!  Joyce Meyer ha escrito un libro increíblemente práctico que nos enfrenta cara a cara con esta realidad. Su título «¡Esta boca mía!» hace alusión a la cantidad de situaciones desagradables que enfrentamos simplemente por una palabra descompuesta, o por dejarnos llevar de la ira o el enojo, abriendo las compuertas a toda clase de insultos o desacuerdos. Dice Meyer que «Si en realidad creemos que las palabras conllevan poder, y que Dios nos responsabiliza de ellas, estoy segura que seremos más cuidadosas con lo que decimos.»  Sin embargo, cuántas veces sabemos que lo que diremos tendrá un efecto negativo a quien lo dirigimos, y aún así lo hacemos. Cuántas veces nos encontramos pronunciando declaraciones negativas sobre nuestra vida sin darnos cuenta que con ello reforzamos esa misma negatividad, como cuando decimos «Esto no funcionará», «Este muchacho nunca cambiará», «Este matrimonio no funciona», «Nadie me quiere»…la lista puede ser infinita, y sin embargo, no nos damos cuenta que reversando estas declaraciones con verdadera fe, muy a pesar de lo que está realmente sucediendo, el poder de sus palabras las convertirá en realidades. 

 En consecuencia, haga conciencia y tome control de lo que dice y en vez de hablar de muerte, ¡hable de vida!. Hable palabras llenas de fe creyendo, como dijo Jesús, que sus palabras son espíritu y son vida. Empiece a cambiar a conciencia la actitud frente a las cosas más simples. Por ejemplo, si llega a un restaurante donde no haya hecho reservación, no proclame «De seguro que no encontraremos mesa», y en su lugar, afirme «Creo que tendremos una buena mesa y un excelente servicio».  Es posible que esté pensando que lo que digo es un poco exagerado que se dé en todos los casos, pero ciertamente yo prefiero mantener una actitud positiva y obtener un 50% de buenos resultados, que tener una actitud negativa y un 100% de malos resultados. Además, no hay duda de que una actitud positiva genera una alegría interior que se proyecta hacia los demás provocando una corriente de simpatía muy beneficiosa. O acaso no ha conocido a alguien que siempre está dictaminando miserias, problemas, fracasos y enfermedades, y de alguna manera a usted no le gusta estar a su lado. Es que las energías negativas las rechazamos por esencia. Nuestro ser espiritual necesita llenarse de energías positivas, de corrientes de amor, de paz, de alegrías, de prosperidad. Entonces, si eso es lo que quiere en su vida, ¡comience a afirmarlo!  Cuando se sorprenda a sí mismo pensando negativamente, ¡ataque ese pensamiento con una afirmación positiva! En poco tiempo se dará cuenta que ha recuperado el control de sus palabras y entonces, podrá dirigirlas en la dirección que quiera. Pero para ello, déjese llevar de la Palabra de Dios y como dice en Mateo 26,41 «Permanezcan despiertos, vigilen y oren..» porque el enemigo tratará de confundirlos y atacar por donde más le duela, porque ciertamente sabe el poder que tienen sus palabras cuando son pronunciadas con fe. En estas cotidianas tentaciones se encuentran la crítica, la murmuración, el chisme, juzgar a otros, mentir o confundir con medias verdades. Dejarnos seducir por ellas es algo totalmente humano, más no significa que no podamos controlarlo. Inténtelo, comience a cambiar sus palabras negativas o hirientes, por positivas y amables, ponga un centinela en su boca, y verá cómo empiezan a cambiar sus circunstancias, su entorno y su vida, porque sin dudas, la solución de sus problemas ¡está en su boca1.

En nuestra portada y entrevista central presentamos a la joven comunicadora de CNN en Español, Claudia Palacios, quien nos cuenta sus experiencias en la prestigiosa cadena de noticias, al tiempo que comparte sus inicios hasta convertirse en «Una voz hispana para el mundo».  Pero además, en esta edición encontrará diversos y divertidos reportajes y un selecto recorrido por las actividades sociales  más importantes de la quincena.

Hasta la próxima y que Dios les bendiga,