Muchas veces nos desencantamos al no ver resultados  positivos de nuestro accionar correcto y justo, o  nuestros esfuerzos y sacrificios en pos de algo que no vemos llegar. Sin embargo, a nuestro alrededor parecen triunfar aquellos que descaradamente hacen todo lo contrario. Aquellos que han escogido el camino fácil del enriquecimiento ilícito, de la deshonestidad, de la mentira y la corrupción más escandalosa, parecieran lograr los objetivos que aún no llegan a aquellos que honradamente hacen su trabajo tesonero.

Esos parecen tener todo lo que a nosotros parece faltarnos en términos materiales. Sin embargo, la fragilidad y  falsedad de sus supuestas bonanzas, quedan destruidas ante cualquier asomo de tempestad justiciera. Y asi  vemos cómo muchos personajes exitosos de nuestra sociedad, que orondos habían desplegado poder y riqueza por doquier, han quedado al descubierto dejando ver un interior de barro y podredumbre que por más maquillaje de supuesta dignidad que intentaran para ocultar sus ilegales actuaciones, sucumben ante el juicio de una sociedad harta de injusticias y sobre todo, frente al juicio divino que aunque a veces parece tardar, siempre llega cuando menos se espera.

Y esto solo nos confirma que las buenas cosechas solo son abundantes cuando la semilla es buena. Ya lo dice la Palabra: “Por sus frutos los conocereis”. Pero a veces, esos frutos no llegan cuando nosotros estimamos que los necesitamos o debemos tenerlos, porque la gracia de Dios, abundante y perfecta, no se ajusta a nuestras escasas y limitadas perspectivas de la vida, sino que ella responde a un exquisito plan de bien para nuestras vidas, tal como un Padre amoroso cuida de sus hijos. Por ello, la paciencia y la constancia en el bien, se hacen necesarias para demostrar, a través de una fe incorruptible, que el bien siempre triunfa. Confie pues en su siembra diaria de  buenas obras.

No descanse en su fortaleza y constancia para abonar los regalos en su vida con gratitud y amor. No permita que la codicia y la falsa prosperidad de otros, le robe su confianza absoluta en los bienes que Dios tiene para Usted y por supuesto, jamás permita que la duda confunda o permee su fe. Me permito dejarle esta hermosa meditación, que hará que su prisa sea paciente, y su desencanto se convierta en esperanza.

Dice el Señor: “Mi plan para ti es perfecto y se cumplirá exactamente en el tiempo justo. Nunca intentes  apresurar algo; por el contrario, observa todo cómo se revela y se desenvuelve. Si te parece que la vida es muy lenta, no te impacientes. Aprende a esperar en Mí con fe y confianza absolutas, y sabe que en el momento adecuado todas las cosas se manifestarán, porque verdaderamente hay un tiempo y un momento oportuno para cada cosa. Recuerda, tú no puedes cambiar el movimiento de los cielos o de las mareas.

El Universo está en Mis manos y nadie puede dañarlo. Sigue adelante con completa fe y confianza, dando tiempo a que Mis prodigios y glorias se revelen. No temas nada, por el contrario, sé fuerte y valiente. Cuando estés en paz en tu interior podrás soportar las tensiones y el estrés exteriores. Por lo tanto, deja que Mi paz  y Mi amor te colmen y te envuelvan, y quédate en perfecta paz en tanto haces Mi voluntad.”*

En nuestra portada y entrevista central, disfrutarán de la gracia y belleza de Chantal Alba, una joven artista que confiesa estar “En busca de un sueño”. Conozca su trayectoria y sus esfuerzos  en el difícil mundo del arte y recorra los ejemplos de su constancia y tenacidad para lograr lo que sueña. Pero además, en esta Edición Especial de Gastronomía, podrá disfrutar de interesantes secciones sobre este tema tan actual, desde una guía gastronómica hasta detalles y accesorios para lucir una mesa muy actual, mientras realizamos un selecto recorrido por las actividades sociales más relevantes de la quincena.