Mensaje de la editora

Mensaje de la editora

“Ustedes son la luz del mundo”
Mateo 5, 13
No hay luz!  Es una frase archiconocida en nuestro país y que desgraciadamente utilizamos muy a menudo.Esta carencia nos ha permitido desarrollar unas creativas formas de paliar la oscuridad, a través de energías alternas o iluminando los espacios con los más elementales complementos, como velas y velones, que aunque nos proporcionan una tenue luminosidad, nos permite manejarnos mientras hay un apagón. 

Cuando al fin aparece la energía, apreciamos la importancia de la luz.  Sin embargo, cuántos de nosotros vivimos en completa oscuridad interior sin que se nos ocurra acudir a la búsqueda de fuentes de luz que nos permitan encender la esperanza, la alegría, la bondad, la generosidad, y tantas cualidades ocultas bajo el manto de la oscuridad del egoísmo o la indiferencia.

 La Biblia nos llama a ser la luz del mundo, que es lo mismo que caminar en la verdad y en el amor. Cuando tenemos la verdad en nuestro interior y el amor vive en nosotros, esa energía avasalladora se refleja a los demás en simples y variadas formas de luz. Puede ser la luz de la comprensión, de la tolerancia, del perdón, del conocimiento o de la alegría.Y ciertamente, la gente está deseosa de estar en la luz, no sólo física, sino espiritual.

Esa luz que resplandece a pesar de contrariedades o limitaciones, en personas llenas de fe.  Esa luz que irradian los que obran el bien. Esa luz que nos arropa cuando encontramos a alguien que nos comprende. Esa luz que nos envuelve cuando estamos confundidos. Esa luminosidad radiante que nos contagia la alegría auténtica. Esa clase de luz que está invadiendo al mundo hoy. Una luz que nos compromete a encender todos nuestros dones para beneficio de la humanidad, que nos prepara para la luz de la eternidad en Cristo Jesús.  Si es usted de los que se “les ha ido la luz”, no se quede en la oscuridad. Busque de inmediato energías alternas en la Palabra de Dios, en la acción comunitaria, en la lectura de libros de autoayuda, en las iglesias y movimientos espirituales, y llénese de la luz inagotable de la verdad.

Eleve su mirada al cielo en plegarias y alabanzas y afirme sus pies sobre el suelo de su compromiso en la tierra. Siéntase orgulloso de exhibir su lámpara de luz en lo más alto, en el lugar más preponderante de su vida, porque como dice Mateo 5, 15 “no se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos”.  Es tiempo de compartir la alegría de amar a Jesús, de saberlo y tenerlo como el dueño de nuestras vidas. Es tiempo de sentir el orgullo de la fe en Jesucristo. Es tiempo de acercarnos y entregarnos a la unidad con nuestro Creador.

Y esto no significa que no tendremos una “noche oscura” de cuando en vez, pero sí la confianza de saber que va a amanecer.  Paulo Coelho lo expresa claramente cuando afirma:

“A veces nos cansamos, porque nuestra vida  es un combate diario en el cual no siempre resultamos victoriosos.Esos son los momentos en los que debemos recurrir a nuestra fuerza interior y recordar que un buen guerrero no es el que siempre triunfa, sino el que se sobrepone a las derrotas para continuar con su lucha”

En nuestra portada y entrevista central presentamos a Don Juan Ormazabal, un verdadero experto en temas de energías renovables y quien con sus acertadas sugerencias promete un futuro de luz para nuestro país.  Pero además, nuestras interesantes y variadas secciones y el atractivo recorrido por las más relevantes actividades sociales de la quincena, les proveen de una edición rica en información de primera línea que esperamos disfruten a plenitud.

Hasta la próxima y que Dios les bendiga.

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