“No olvides que una de las vías más directas para llegar a Dios es la alegría. Tu camino tendrá momentos dramáticos, en los que no debes reprimir  el llanto, pero la mayor parte del recorrido es con una sonrisa y con la esperanza segura de  alcanzar el objetivo.”
Paulo Coelho

El acelerado mundo en que vivimos, la competencia social y la ambición desmedida, ha robado a la humanidad la alegría.  Los seres humanos viven de prisa, con las caras largas, con el ceño fruncido, con la cabeza angustiada, llena de problemas por resolver para conseguir cosas que al conseguirlas, no le dan un ápice de regocijo.  Los padres llegan a sus hogares tan agotados y compungidos por los obstáculos de un día más, que son incapaces de realizar encuentros familiares para simplemente sonreir en paz, dar gracias a Dios por un día más y la oportunidad de planificar un nuevo desafío. Por el contrario, se oyen quejas, y el stress convierte a los padres y madres en verdaderos ogros, porque descargan en el terreno del hogar sus frustraciones cotidianas. Y es hora de cambiar eso. No fuimos creados para vivir en caos, ni mental ni emocional. Fuimos creados para la alegría. Y la alegría involucra paz interior, confianza y fe en que las cosas irán bien, no importa lo contrario que parezca la realidad. Es tiempo de alivianar las cargas materiales, sustituyéndolas por ilusiones, por satisfacciones, por nuevas actitudes frente a la vida. Tenemos que revalorizar nuestras prioridades y ubicarlas en el lugar exacto de su esencia. Tenemos que saber identificar lo pasajero de lo permanente, lo trivial de lo trascendente, y actuar en consecuencia. Total, no es tan complicado. Se trata tan solo de vivir una vida buena y honorable, y como dice el sabio refrán: “así cuando seas viejo y mires atrás, serás feliz una segunda vez”. No dejen para mañana lo que puedan hacer hoy, o en este mismo instante. Cosas tan simples que se sorprenderían de sus grandes resultados. Pequeños actos de amor, palabras de aliento, una simple sonrisa, un abrazo o un cálido beso, pueden cambiar el rumbo de sus cosas y de sus vidas. Dice Coelho que “Es en el presente donde está el secreto; si prestas atención al presente, podrás mejorarlo. Y si mejoras el presente, lo que sucederá después también será mejor.” Por lo tanto, no hay que hacer planes para cambiar el rumbo de su vida. Sólo hágalo. No se trata de establecer estrategias complicadas, sino de dejar fluir sus emociones y descansar en el único que tiene control sobre nuestras cosas y sobre nuestras vidas: Dios nuestro Señor. Porque muy claro lo dicen las Escrituras en Lucas 12, 48: “A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más.”  Y yo me pregunto y les pregunto ¿Estamos preparados para responder a Dios?

Comparto con ustedes esta bella reflexión de Paulo Coelho que dice:

“La palabra es poder.
Las palabras transforman al mundo y al hombre.
Todos nosotros hemos escuchado decir:
“No se debe hablar de las cosas buenas
que nos pasan, porque la envidia ajena
puede destruir nuestra alegría.”

Nada de eso. Los vencedores hablan con orgullo
de los milagros de sus vidas. Si produces energía
positiva en el aire, ésta atrae más energía positiva,
además de alegrar a aquellas que realmente
te quieren bien. En cuanto a los envidiosos,
a los derrotados, sólo podrán causarte algún daño
si tú les das ese poder.
No temas.
Habla de las cosas buenas de tu vida
con todos aquellos que quieran escucharte.
El alma del mundo está muy necesitada
de tu alegría.”

En nuestra portada y entrevista central disfruten de un hermoso reportaje sobre el talento de uno de los diseñadores italianos más renombrados en el mundo de la moda internacional: Lorenzo Riva, un bohemio de la alta costura. Conozca su trayectoria de éxitos y sus esplendidos diseños.  Pero además, interesantes reportajes y reseñas de las actividades más relevantes de la quincena, harán de esta edición, una lectura obligada.

Hasta la próxima y que Dios les bendiga,