No hay duda.  Aquellos que logran algo, han dejado otras cosas en el camino. Y es que para iniciar un reto, muchas veces es necesario renunciar a otras cosas. De lo contrario, ese sueño que anhelamos no llegará nunca, porque el riesgo forma parte del éxito.  Sin embargo, nos gusta quedarnos en el espacio seguro, aunque insípido, de una vida rutinaria, imaginándonos que existen otras cosas para disfrutar pero imposibilitados de dar ese paso que nos llevará a conseguirlo.

Y ciertamente, el éxito no llega como regalo de lotería, o como un maná del cielo. Es algo que hay que construir, perseguir y batallar. Pero lo más interesante es que si somos persistentes, coherentes y apasionados, de seguro lo conseguiremos. Esos son los heroes anónimos que mueven el mundo. Gente con coraje, con fortaleza, con visión. Gente que se lanza a la caza de un sueño sin pensar en los riesgos que ello supone o con el convencimiento de que los escollos no impedirán su viaje hacia la meta. Ellos son los divos de la vida. Aquellos que sobresalen del montón, aquellos que escalan niveles más altos de conocimiento y talentos especiales. Aquellos que se convierten en líderes para motivar a las multitudes a luchar por sus sueños. Porque ellos no “piensan” en la vida; ellos ¡la viven! Y eso es lo que todos tenemos y debemos hacer: vivir la vida. Porque cuando vivimos la vida, estamos alertas a los signos que nos guian por el camino correcto. Estamos conscientes de nuestro privilegio como hijos del Dios Altísimo, y estamos confiados y esperanzados en la certeza de recibir todas las promesas de Dios para sus hijos. Porque como afirma Coelho en uno de sus libros “Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ése quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás -porque siempre se mira- oirá que el corazón le dice: “¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu maestro te confió? Los encerraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos?  Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida”. Asi que es el tiempo donde tenemos que hacer inventario. Un acucioso inventario interior. Quizás habrá muchas cosas que botar, pero también habrá otras que sacar, limpiar y relucir. Se sorprenderá de los dones ocultos que tiene en su interior, abarrotados de sucio y olvido, pero impecables en su poder para cambiar destinos. Comparto con ustedes esta reflexión de Paulo Coelho, que los ayudará a dar ese primer paso hacia la consecución de sus sueños más íntimos:

“Todo comienzo es un desafío. La incertidumbre puede atemorizar, pero nuestro sueño hace que no nos detengamos, que nos pongamos en marcha hacia lo que más deseamos, aquello que nos está esperando para encontrarnos, no sabemos dónde, ni cuándo, pero sí por qué. ¿Cuándo nace un sueño? En un instante mágico. ¿Cuándo se cumple ese sueño? En otro instante mágico.

Y entre ambos momentos, hay un camino para elegir, para recorrer, para cambiar. Un camino de aprendizaje y crecimiento. Nadie ha dicho que emprender el camino sea fácil. El sueño está a nuestro alcance pero hay que luchar por él. ¿Cuál es la estrategia para alcanzarlo?

¿Hay algo o alguién que ha estado postergando su realización? Es bueno mirar alrededor para ver los ayudantes y a los oponentes. No obstante, recordemos que el Universo siempre conspira a nuestro favor cuando partimos en busca de lo que más deseamos.”

En nuestra portada y entrevista central, disfrutarán de un excelente reportaje a una agrupación que ha impactado al mundo: Il Divo, un cuartero de voces que derrocha talento, belleza y carisma. Conozca su historia, la trayectoria de cada uno de ellos y cómo afrontaron el reto que los catapultó al éxito. Pero además, nuestras interesantes secciones los llevarán de la mano de lo más actual y exquisito de nuestro palpitante mundo social.

Hasta la próxima y que Dios los bendiga,