Mensaje de la editora

Mensaje de la editora

“Que nunca te abandonen el amor y la verdad:
llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos
en el libro de tu corazón

                                   Proverbios 3, 3-6

Dos enemigos mortales acechan continuamente la salud de las familias: la indiferencia y la agresividad.  Los padres de hoy están tan inmersos en sus múltiples trabajos a fin de lograr la estabilidad financiera que sueñan, que nada es tan importante como sus reuniones de negocios, sus trabajos inagotables, y con toda esta presión, su mal humor al llegar a la casa, cansado y agobiado por el estrés de la competencia.  Quedan pues postergados los momentos de compartir con sus hijos, porque siendo pequeños, apenas alcanzan a verlos dormidos y siendo grandes, no tienen el tiempo(?) o el humor (?)  para hablar largamente con ellos de cosas triviales pero obviamente importantes para ellos.

Y es que el mal humor está ganando terreno en nuestra gente, en nuestras familias, agobiadas por crisis de todos los órdenes, (falta de luz, de agua, de dinero…) que sin quererlo nos van creando surcos en nuestra frente y una imagen de agobio y amargura, casi sin darnos cuenta.  Y debemos combatir eso. Darnos cuenta, crear conciencia de qué está pasando; es lo más importante, y luego, hacer lo que corresponda en cada caso para no permitir que nos ahoguemos y con ello ahoguemos a nuestros hijos, en la desesperanza.  Somos un pueblo bendecido por Dios con el buen humor. Aun en las peores circunstancias, somos capaces de sacar un chiste de “debajo de la manga” que sin dudas aliviana el estrés en que nos encontremos. Para nosotros, la política, los apagones, la basura, la escasez, son fuente de chistes. Las enfermedades virales, toman nombres de situaciones que rechazamos y que con un satírico humor surten el efecto de “chiste-denuncia” como forma de minimizar los embates de los malos momentos. Y es que sin dudas es una bendición tener la creatividad de utilizar el buen humor para frenar las situaciones desagradables. Es como encontrar un madero en el medio del mar después de haber naufragado. Nos permite sobrevivir. Nos permite usar esa válvula de escape de la risa, para refrescarnos por dentro y por fuera. Tenemos que utilizar este don de Dios en nuestras vidas, el buen humor, para lograr romper cualquier distanciamiento, cualquier amenaza de desarmonía en sus hogares, con su pareja o con sus hijos. Una familia que ríe difícilmente tiene problemas. No deje que el monstruo del mal humor entre a su vida porque poco a poco se hace cargo de su risa desactivándola por completo. Pinta profundos surcos en su entrecejo y aprisiona su boca en un gesto amargo. Se adueña de todo asomo de alegría criticando cada cosa que le pase o le pase a sus hijos e irritándose por lo más simple. El mal humor es la puerta de muchos males, entre ellos la depresión, que como consecuencia , se aposenta en su vida para siempre. No lo permita. Sacuda esa energía negativa de su vida y sustitúyala por una sonrisa.

Sonría a la vida, de abrazos al sol, acaricie el viento, pero sobre todo, declare la alegría en su vida, amando a su familia, dejando que la ternura se apodere de sus caricias, que la libertad de soltar el rigor del tiempo, le permita disfrutar del mundo maravilloso de sus hijos.  Y tenga en cuenta que la herencia más importante que deberá dejar a sus hijos son los momentos de amor que comparte con ellos. Eche mano de esos principios y valores que recibió de sus padres y que lleva como dice Proverbios 3, 3 “alrededor de su cuello” e intente colocar, día a día, minuto a minuto, esa collar de bendiciones a los suyos.

En nuestra portada y entrevista central y con motivo de esta edición especial dedicada a los Padres, presentamos a un padre que es ejemplo de amor y de alegrías: Fernando Báez, quien considera un verdadero privilegio este sagrado rol. Con él transitamos la satisfacción y el orgullo de una familia ejemplar, junto a su esposa María y sus seis hijos. Pero además, otros ejemplos de padres igualmente valiosos, y reportajes especiales dedicados al jefe del hogar, les prometen una lectura rica en contenido y actualidad.

Felicitaciones a todos los padres en su día y que Dios los bendiga.

Hasta la próxima,

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