Mensaje de la editora

Mensaje de la editora

«Un optimista ve una oportunidad en cada
calamidad; un pesimista ve una calamidad
en toda oportunidad.»

Sir Winston Churchill

Hablar de optimismo en una sociedad bombardeada de negativismo es algo un tanto utópico pero obviamente posible. Sólo el optimismo se constituye en la vía segura para salir de realidades calamitosas o desagradables. Sin embargo, el optimismo no es una herramienta que se escoge en determinada ocasión, cuando las cosas no marchan como queremos. El optimismo es un estilo de vida. Es un convencimiento de lo que somos capaces de hacer cuando sabemos quiénes somos. Cuando entendemos que las cosas se pueden conseguir por la vía de lo correcto y cuando nos convertimos en hacedores de nuestros sueños.  Obviamente, nada se nos da como un regalo del cielo. Todo lo que queremos lograr se transforma en un reto alcanzable para aquellos que tienen fe en sus posibilidades y en un reto imposible para aquellos que se dejan vencer por el primer obstáculo.  Por eso existen los triunfadores y los fracasados, simplemente porque aquellos que triunfan trabajaron para lograrlo y aquellos que fracasan casi siempre se escudan en las circunstancias «imposibles» de vencer porque sencillamente nos demandan un esfuerzo mayor. Lo mejor es tener una idea exacta de sí mismo y de sus posibilidades y en consecuencia, caminar sin prisa y sin pausa hacia sus objetivos. Para ello, se necesita la pasión por lo que queremos lograr, esa clara idea que nos lleva con energía creadora hacia la meta. A veces sólo tenemos una vaga idea de lo que queremos, como un soñar despierto y convencidos de que es simplemente un sueño. Esos, probablemente nunca inicien la carrera hacia el éxito, porque necesitan de la motivación ajena, de la aprobación de los demás, del juicio y ayuda de los que le rodean. Pero otros, como bien expresa Baltasar Gracian en su libro «El arte de la prudencia» «tienen gran juicio y determinación, y no se detienen ante nada. Nacieron para ocupaciones elevadas porque su despejada comprensión facilita el acierto y la resolución”. Sin dudas, estos últimos son los triunfadores. Ellos se visualizaron siempre en aquello que soñaron como una realidad que estaban determinados en conseguir. Y si los cuestionan, su única respuesta es una actitud positiva ante las posibles dificultades. En esencia, son verdaderos optimistas de la vida. Convierten los obstáculos en simples piezas de un juego hacia la meta, vislumbran el caos como un reto con soluciones viables, persisten en la vuelta de las cosas, en el anverso de la adversidad y con seguridad, triunfan en sus afanes. Ellos tienen una grandeza de ánimo que los destaca de los demás con un luminoso carisma. Son personas que sobresalen dondequiera que se encuentren, aún cuando la suerte le es contraria, porque acrecientan su voluntad aunque las circunstancias lo limiten.  Necesitamos mucha gente así. Verdaderos optimistas, enamorados de la vida, dueños de sus afanes, propietarios de la esperanza y del futuro. Hombres y mujeres con fe. Que cada día, primero que nada, hacen lo que reza el salmista «Encomienda al Señor tus afanes y El te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede batido para siempre». Y eso es una promesa para todos, no para los que «les va bien». Es una promesa para todos. Así que es el tiempo de cambiar nuestras actitudes negativas, pesimistas y cómodas, para decir como Mafalda: «No sería más interesante decir «¿dónde vamos a seguir?», en vez de «¿dónde vamos a parar?». Lo segundo indica resignación; lo primero, acción. Y necesitamos justamente acciones de todos aquellos que sueñan con una patria mejor, con un hogar estable, con una prosperidad alcanzable, con salud y con felicidad. Para ello, solo lánzate a conseguir tus sueños, uno a uno. Procura tenerlo bien claro y quererlo intensamente, porque como bien dice Facundo Cabral «Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será, y llegará naturalmente.»

En nuestra portada y entrevista central, disfrute de una exclusiva con la verdadera diva dominicana, nuestra Cecilia García, varias facetas, una mujer.  Conozca la exitosa trayectoria de esta artista completa, en sus diferentes facetas como cantante, humorista, actriz de teatro y comunicadora. Pero además, interesantes reportajes y nuestras secciones fijas, le permitirán deleitarse e informarse con su interesante contenido.

Hasta la próxima entrega y que Dios les bendiga,

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