Todas las cosas buenas, tienen comienzos pequeños.
Han pasado quince dias de un nuevo año que estrenamos con ilusión y esperanza. Pero pocas cosas han pasado en estos dias, un tanto grises y desafortunados para muchos que aún siguen envueltos en la vorágine del pasado año.
La lentitud y la infertilidad de la displicencia y el no hacer nada, son parte de este letargo que arrastramos en los primeros días de cada año, hasta que la prisa de la vida externa nos envuelve en su movimiento cotidiano, abrumador y en muchos casos, asfixiante.
Muy pocos asumen con verdadera ilusión y pasión, la maravillosa oportunidad del regalo de un nuevo año por construir. El terreno intacto, limpio y vasto está frente a nosotros y solo nosotros podremos hacerlo fértil o seco, porque de la capacidad para sembrarlo de semillas selectas, se desprende la abundancia o la escasez de nuestra cosecha de vida. Esas semillas deber ser escogidas por cada uno de nosotros, de acuerdo a nuestras prioridades presentes, y deberán ser sembradas con fe y alegría para de esta manera, poder disfrutar de la prosperidad de sus frutos en su vida. Semillas de amor, de perdón, de confianza, de paciencia, de tenacidad, de alegría, de regocijo interior, de sabiduría y de esperanza. Regadas con verdadera ilusión cada día en nuestras acciones cotidianas, irán dando frutos, quizás imperceptibles pero profundos, que generarán no solo un cambio individual, sino también un cambio positivo en su entorno.
Asi que, si aún no lo ha hecho, elija cuidadosamente las semillas que desee sembrar en su vida este año. Siémbrelas con fe y cuídelas del olvido, de la indiferencia, o las tormentas que suelen producirse en todos. Y no se preocupen si sus comienzos son pequeños o imperceptibles, porque todas las cosas buenas tienen comienzos pequeños. A partir de una semillita de amor, muchas vidas pueden ser cambiadas. A partir de un minúsculo pensamiento de fe y confianza, pueden manifestarse maravilla tras maravilla. Comience cada día con un corazón agradecido, y encargue a Dios el plan de su día. Regale sonrisas y guarde el enojo que suele saltar a cada paso de nuestra a veces caótica cotidianidad. Mantenga en paz su alma, aunque la prisa y el agobio intenten robarle su alegría. Tome vacaciones de a minuto y jamás olvide sus prioridades. Manténgalas cerca de su corazón y úselas como estímulo constante.
Le aseguro que al final del año se sentirá orgulloso del camino recorrido. Sentirá el inmenso regocijo de sentir el poder de Dios en su vida, afianzado y estable, abriendo puertas a infinitas oportunidades, y combatiendo los tiempos malos con verdadera valentía y arrojo. Organice su rutina y asegúrese de que ese espacio dedicado a cultivar su espíritu, nunca se deje arropar por nada que parezca de momento más importante, porque lo verdaderamente importante vendrá del resultado de su constancia, de su fidelidad, de su aprendizaje, de las revelaciones que recibe constantemente y que a veces no logra percibir.
No permita que el intelecto le robe las buenas nuevas y dése el permiso para recibir inspiración y desarrollar su intuición. Porque lo intelectual viene de afuera, en tanto que la inspiración y la intuición son internas, y no pueden ser infl uenciadas por nada exterior. Asi que, ¡extrae todo lo que tienes dentro de ti! Quedarás sorprendido de todo lo que contienes. Y, no lo dude. Declare que este año será ¡el mejor año de su vida!!!
En nuestra portada y entrevista central, estrenamos el nuevo año con la jóven y brillante diseñadora Oriett Domenech, quien en su corta carrera ha llenado de éxitos su trayectoria profesional. Conozca sus inicios, sus logros y sobre todo, sus sueños y la pasión con que los persigue. Pero además, disfrute del contenido de esta edición llena de novedades y noticias de interés, dispersas en nuestras atractivas secciones y nuestras páginas sociales con las actividades más importantes del final del año 2010 y el recién iniciado año 2011.
Hasta la próxima y que Dios les bendiga