Mensaje de la Editora

Mensaje de la Editora

El tiempo es implacable. Sigue su curso independiente de reclamos o pérdidas, de fracasos o victorias, de catástrofes o progresos.  El tiempo sigue su curso y con él, el mundo y la humanidad recorren su trayecto de vida, con los cambios que éstos conllevan.

Y así como dice Coelho que el paisaje que nos rodea cambia con las estaciones, así también nosotros nos transformamos dejándonos afectar por los años, la decepción, la tristeza, la enfermedad, el stress o la apatía.  Una transformación que nos afecta interna y externamente, aunque muchas veces nuestra preocupación únicamente se concentre en lo exterior, en nuestra imagen.  Y así, inmersos en la vorágine de una mundo que apuesta por la búsqueda obsesiva de la perfección externa, como vía inequívoca del afianzamiento de la autoestima, de la consecución de sus éxitos profesionales, y en cuantiosos casos, la utopía de detener el tiempo, la humanidad toda, no ya tan sólo la envejeciente, busca la imagen que siempre soñó, en procedimientos y tratamientos que cada vez más, prometen milagrosas transformaciones. Así nace el extenso campo de la Medicina Estética, como freno y respuesta para los casos en que los inesteticismos se hacen tan evidentes y perturbadores, que afectan la siquis emocional de los que la sufren. Un campo que lejos de la banalidad que lo envuelve, resulta de importante aporte a la salud, porque como bien dice nuestra entrevistada en esta edición especial, “Belleza y Salud son dos conceptos íntimamente ligados.”   Porque ciertamente la belleza es salud, bienestar físico y emocional y la búsqueda de ello es genuinamente aceptada. Pero también es cierto que la belleza, la armonía, y el encanto de la lozanía que buscamos, no sólo se logra con ajustes en lo externo. Tiene que existir un caudal de armonía interior que permita que todo lo externo resplandezca. Y esa armonía no está sujeta a botox, o a bisturí, o a procedimientos electrónicamente avanzados. Es una decisión exclusiva y personal, y el ingrediente más importante en la búsqueda de la anhelada «eterna juventud».

He aquí algunos «Tips de Belleza» que me permito compartir con nuestros lectores, como adición a la calidad de contenido que disfrutarán en esta edición especial de Belleza y Salud, que trae en portada y páginas centrales una bella imagen de una bella y talentosa profesional: Natalie Díaz Lazala, quien con gran acierto afirma que “la búsqueda de la belleza y la juventud ha existido siempre”.

Tips de Belleza

Para conseguir unos labios atractivos,

da siempre palabras de ternura.

Para conseguir unos ojos preciosos,

busca lo que hay de bueno en la gente.

Para conseguir una silueta esbelta,

comparte tu comida con los que pasan hambre.

Para tener una hermosa cabellera,

deja que un niño pase sus dedos por tu cabello.

Para tener una buena postura,

camina sabiendo que nunca caminas sola.

Porque, la belleza de una persona no está

en la ropa que lleve, la figura que tenga

o cómo se peine.

La belleza de  una persona debe ser buscada

en sus ojos, que son la puerta de acceso a su

corazón, el lugar donde reside el amor.

La belleza de una persona no está en los

rasgos de su cara.

Su verdadera belleza se refleja en su alma.

Está en el cuidado que da con amor, en la

pasión que muestra por todas las cosas.

Por ello, la belleza de la persona aumenta

con el paso de los años.

 

Sepan pues combinar estas dos importantes templos de belleza: el interior y el exterior y mientras, disfruten de esta edición especial de Belleza y Salud donde interesantes reportajes y consejos destinados a animarlos a llevar una vida saludable, y a disfrutar de la imagen  que siempre soñó, les servirán de importante guía para la consecución de sus propósitos para este 2009.

Hasta la próxima y que Dios les bendiga,

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