Mensaje de la editora

<p>Mensaje de la editora</p>

“El coraje es condición fundamental para luchar
por los sueños, pero tener fe en Dios, es  la única manera
de hacerlos realidad.” 
     M.L.

Muchas veces nos pasamos la vida derrochando esfuerzos y energía en proyectos que no logran hacerse realidad. Los obstáculos e imposibilidades que se presentan nos restan la alegría y la fuerza que necesitamos para lograr nuestros objetivos y en muchas ocasiones, “tiramos la toalla”, y sucumbimos al fracaso. No hay tal fracaso en los que creen fielmente en sus sueños, en los que saben que tienen el poder en sus manos, un poder que saben que nos les pertenece pero que han heredado y en efecto, somos capaces de usarlo. Cuando creemos en Dios, en un Padre amoroso y fiel que no nos falla, que es el mismo hoy, mañana y siempre, no hay espacio para la duda. Cuando sabemos que no es con nuestras fuerzas que lograremos lo aparentemente imposible, sino con las de El, cuando confiamos plenamente, todos nuestros sueños son alcanzables. Las puertas aparentemente cerradas se abren, lo imposible pasa al plano de lo posible, y los milagros se vuelven tan cotidianos que ni siquiera nos sorprenden.

Es que si por un instante analizáramos la inmensa verdad de que somos efectivamente hijos del Dios Altísimo, no habría jamás paso para la duda o la desconfianza, el temor o la preocupación, la angustia o el desánimo, la depresión o la tristeza.

Aquellos que saben que tienen un Padre amoroso que cuida de ellos en cualquier circunstancia, cuando después de sus esfuerzos se levantan los límites que los hacen flaquear pero permanecen firmes en la confianza en El, entonces esos verán la victoria.

Cuántas personas se sienten seguras en la calle porque tienen una tarjetita de un coronel o militar de alto rango, o de un funcionario con poder. ¡Nosotros tenemos el carnet que abre las puertas del Cielo, firmado por nuestro Padre Celestial!. ¿A qué podremos temerle?

Este “descanso” en el Señor muchas veces se confunde, se malinterpreta, y hasta se ha llegado a catalogar de comodidad. Muchos piensan que los cristianos se “forran” de fe, para no hacer nada, para sentarse a esperar que Dios actúe en sus vidas. Nada más lejos de la realidad. Filipenses 4, 19 dice claramente: “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”. Pero para que esa promesa se manifieste, hay un compromiso, hay una entrega, existe una clara visión de lo que debe ser nuestro comportamiento en este espacio de tiempo que es la vida. Se asume por tanto, el compromiso de vivir una vida con propósito. Convencidos de que el amor abre todas las puertas y derrumba las murallas y fronteras que parecen insalvables. Y cuando nos inscribimos en esta escuela de amor, para aprender las técnicas que nos llevan a identificar y abrir el caudal de amor en toda circunstancia, por más insignificante que parezca, de seguro alcanzaremos a ser mejores seres humanos y a ascender en el camino hacia el Amor Supremo. Podremos tener en ocasiones malas notas, pero si estudiamos en qué fallamos y perseveramos en nuestro intento, de seguro cada día nos convertiremos en seres apacibles, de corazón humilde, sembradores de paz y armonía, y contagiantes de alegría. No crea que esto está muy lejos de usted, porque está tan cerca como tener el deseo de vivirlo. Dios no nos hace perfectos y no escoge a los capacitados. Capacita a los escogidos. Hacer o no hacer algo, sólo depende de nuestra voluntad y perseverancia. Así que si quiere ser feliz, si quiere ser exitoso en sus negocios y en su vida personal, si quiere ser poderoso para luchar contra lo imposible, entonces reconozca y asuma desde el fondo de su corazón su herencia divina. Reconozca a Jesús como el centro de su vida y sus asuntos y no quedará defraudado.

En nuestra portada y entrevista central les presentamos a una talentosa joven, quien, convencida de lo que quiere se lanza a hacer realidad sus sueños. Leonor García, una estrella que brilla con luz propia, nos hace partícipes de sus experiencias en su prometedor camino hacia el éxito.  Pero además, interesantes reportajes y las tendencias de temporada, hacen de esta edición una opción única para conectarse con nuestra sociedad.

Que la disfruten y que Dios les bendiga,

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