Mensaje de la editora

Mensaje de la editora

“Porque nuestro Dios, en su gran misericordia,
nos trae de lo alto el sol de un nuevo día, para
dar luz a los que viven en profunda oscuridad,
para dirigir nuestros pasos por el camino de la paz”.

                                                      Lucas 1, 79

 

Cada día es una extraordinaria oportunidad de comenzar. Es, por así decirlo, una exquisita forma de volver a iniciar los proyectos de nuestra propia vida, dejando atrás todo aquello que perturba la paz o la consecución de nuestros sueños. Es maravilloso poder dejar atrás lo que entendemos como errores, fracasos o sinsabores de nuestras vidas, ubicándolos en el pasado.  Es el sol por lo tanto, el que anuncia con explosión de luz, la llegada de la esperanza. Cada nuevo día es un regalo y una oportunidad de revelarnos con lo mejor de nosotros mismos. Y es que Dios, en su infinita misericordia, en su extraordinaria perfección, dispuso el día y la noche, como para que entendiéramos que la oscuridad del dolor o de los fracasos siempre tiene la resurrección permanente de un nuevo día y un nuevo comienzo.  No importa lo profundo, lo difícil, lo inconmensurable del problema, siempre, siempre termina. Y la luz de un nuevo día anuncia que el terreno fértil de las oportunidades está a nuestra disposición para sembrarlo de buenas semillas. Sin embargo, hay mucha gente completamente ciega, sumida en la profunda oscuridad de los vicios, de los problemas, del egoísmo, del pecado y de la más absoluta desesperación. Son personas que no permiten que haya días soleados, que no abren las puertas para que entre la luz de la esperanza a sus corazones y les traiga la posibilidad de un nuevo comienzo. Porque lo cierto es que todo, absolutamente todo, tiene un final. Y los problemas o los días aciagos, no escapan de ello. Dice Pablo Coelho que “El verdadero camino espiritual es más fuerte que las razones que nos llevaron a él. En corto tiempo se impone con amor, disciplina y dignidad. Llega un momento en que miramos atrás y recordamos el inicio de nuestra jornada. Entonces nos reímos de nosotros mismos. Fuimos capaces de crecer, aunque nuestros pies recorrieran el camino por motivos que creíamos importantes, pero que en realidad eran triviales. El amor de Dios fue más fuerte que las razones que nos llevaron a El.” Y es que la verdadera resurrección se produce cuando nos miramos con ojos de amor y nos perdonamos a nosotros mismos y así, nos permitimos vivir el privilegio de la verdad. Una verdad tan simple que ha permanecido por siglos en los corazones de la humanidad, como lámpara de luz inagotable. El hombre sigue buscando respuestas a la incógnita de su vida y su destino, y la respuesta es tan simple y tan cercana que la obviamos. “Dios es amor, generosidad y perdón; si creemos en esto, nunca nos dejaremos paralizar por nuestras debilidades”, afirma Coelho en su libro “Las Valquirias”, y esto es una verdad contundente que cuando la incorporamos a nuestra vida cotidiana, nos permite ver la luz de un nuevo día con gozo y certeza de conseguir lo que nuestro corazón desea. Dice la Biblia en Gálatas 6,9 “Así que no debemos cansarnos de hacer el bien, porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos”. Porque ciertamente, practicar el verdadero amor es una forma de descubrir a través de la generosidad, la compasión y la ternura, una partícula del mismo Dios.

“Por lo tanto, abandonen toda clase de maldad, todo engaño,
hipocresia y envidia y toda clase de chismes.
Como niños recién nacidos, busquen con ansia la leche espiritual pura,
para que por medio de ella crezcan y tengan salvación,
si es que realmente han llegado a darse cuenta
que el Señor es bueno.”

                      1 Pedro

Así que no lo piensen más. El amor es la única salida, la verdadera luz de nuestras vidas, la única verdad, la auténtica fuente de gozo. No en balde Dios, nuestro Padre, nos dio a su único hijo para salvarnos y enseñarnos el valor del verdadero amor. Hoy es un día espléndido para iniciar el camino del amor. El camino hacia nuestro yo espiritual, el camino de la verdadera felicidad, porque “Quien ama ha conquistado el mundo y no teme perder nada. El verdadero amor es un acto de entrega total.”

En esta edición traemos en portada y páginas centrales a Zuill Bailey, un nombre que se escribe con música, con buena música. Disfruten de la trayectoria profesional de este joven cellista norteamericano, que a través de sus interpretaciones inspira en sus oyentes las más puras emociones. Pero además, nuestras interesantes y siempre variadas secciones, los mantendrán informado de las novedades de la moda, nuestros personajes y nuestro entorno social. Disfrútenla.

Hasta la próxima y que Dios les bendiga,

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