El buen amigo Carlos López Damn, excelente embajador de Ecuador, ha tenido la gentileza de hacerme llegar los dos últimos números de la revista del  Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración de su país – Línea Sur – con un conjunto de artículos brillantes sobre la urgencia y perspectiva del proceso de integración regional. El primer número ya lo había comentado hace unos meses en esta columna (marzo 19). Efectivamente, Ecuador es uno de los países, en el actual escenario latinoamericano y caribeño, que ha hecho suya las banderas de la imprescindible integración regional, mirando hacia lo que José Martí denominó, hace más de 100 años, la “segunda independencia” llevando adelante lo que Bolívar dejó “pendiente”.

En el Mensaje del Canciller que sirve de Prólogo al número dos de la revista, éste nos dice: “No es una tarea fácil; pero estamos convencidos de que cuestionando algunas “verdades absolutas’  sobre las relaciones internacionales que no han dado resultados favorables para la América del Sur, empezamos a cumplir con nuestra misión histórica de contribuir a la unidad de nuestros pueblos al margen de la retórica y de lo considerado “políticamente incorrecto”.  Efectivamente, la profundización en el objetivo integracionista conlleva, inevitablemente, una transformación en el escenario internacional, romper el “status quo” y lo “nuevo” siempre aterroriza a algunos que no conciben la vida sino en el molde tradicional. Nuestra integración no es contra nadie, es por nuestro bienestar y desarrollo. Eso lo he estado explicando desde que hace cuatro años en esta columna publiqué “Percepciones controversiales sobre la Integración (junio 2 del 2008).

Así, el Canciller del país “de la mitad del mundo”, en referencia al monumento que así lo marca, llama la atención en el Prólogo del número tres de la Revista Línea Sur al hecho de que la nueva Constitución aprobada en el 2007, entre otros principios democráticos: “… También llama a promover la conformación de un orden global multipolar, con la participación activa de bloques económicos y políticos regionales, y el fortalecimiento de las relaciones internacionales para la construcción de un mundo justo, democrático, solidario, diverso e intercultural. Asimismo, procura la integración, política cultural y económica de la región andina, América del Sur y Latinoamérica”.

Ecuador es miembro de varios de los esquemas de integración presentes en el continente, a saber: la Comunidad Andina de Naciones – CAN -, la Asociación Latinoamericana de Integración – ALADI – y de la Alternativa Bolivariana – ALBA -. Además avanza a incorporarse al MERCOSUR. En el plano político es fundador del esquema de integración política de la Unión de las Naciones Suramericanas –  UNASUR – y en el de concertación global Consejo de Estados Latinoamericanos – CELAC -. Casi todas las naciones del área están en más de uno de los procesos integracionistas. Llegará el momento en que todos los esquemas habrán de converger hacia un único esquema. No tenemos futuro sin integrarnos.