Mentiras del movimiento antiaborto

Mentiras del movimiento antiaborto

Noam Chomsky

No hay preocupación por los derechos de la mujer ni por el aborto

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Mirando de cerca los llamados movimientos antiaborto, la principal potencia mundial que le hace oposición al aborto son los Estados Unidos. Las razones son bastante esclarecedoras.

Esto se remonta a 1984 cuando, durante una conferencia sobre población de las Naciones Unidas en Ciudad de México, Ronald Reagan presentó la Política de Ciudad de México que prohibía la ayuda estadounidense a los grupos que ofrecen servicios o consejería sobre aborto, incluso si esos servicios no estuvieran financiados con dólares de impuestos estadounidenses.

Si ofrecían abortos y consejería sobre el aborto, entonces Estados Unidos no podía apoyarlos.

Desde ese entonces, las administraciones republicanas han aplicado esta política de manera consistente, mientras que las administraciones demócratas la han revocado.

Hay diferencias partidistas, pero ¿por qué es tan marcada la diferencia en este tema? ¿Por qué la oposición al aborto es un programa definitorio del Partido Republicano, un estandarte hasta el punto de que nadie dentro de ese partido podía cuestionarlo? Esa es una historia interesante.

Vamos unos años antes, en la década de 1960, cuando Ronald Reagan era gobernador de California.

Desde ese puesto inició una de las políticas a favor del aborto más sólidas en el país. George H. W. Bush, su vicepresidente, también estaba a favor del aborto.

Lo mismo puede decirse de las principales figuras del Partido Republicano que habían apoyado el derecho de las mujeres a decidir.

¿Qué sucedió en las décadas de 1970 y 1980? En la década de 1970, Paul Weyrich, un destacado estratega del Partido Repu blicano, se dio cuenta de que si el Partido Republicano pretendía (y enfatizo la palabra «pretendía») ser antiaborto, podrían obtener el enorme voto evangélico, así como el voto católico del norte del país.

Todos los líderes del Partido Republicano cambiaron de dirección. Todos fingieron estar en contra del aborto. Desde entonces, la feroz oposición al aborto ha sido un principio fundamental del Partido Republicano.

Lo que esto revela es que no hay preocupación alguna por los derechos de la mujer ni por el aborto.

La «política de Ciudad de México» aumentó drásticamente los abortos del tipo más peligroso, los ilegales, que dañan a las mujeres, y las prohibiciones a la planificación familiar y los anticonceptivos, lo cual conduce a más abortos.

Asimismo, la prohibición de la atención prenatal conduce a más abortos espontáneos. El partido republicano prohibió también el apoyo a este tipo de atención, lo que conduce a más muertes infantiles. También han prohibido los programas de bienestar social, lo que conduce a más desnutrición, muerte y enfermedades.

*Traducción libre de la ponencia de Noam Chomsky para República Dominicana el 1 de abril de 2021.

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