El presidente de la comisión de diputados que investiga la crisis en la Junta Central Electoral (JCE),  Henry Merán, advirtió ayer que tendrán que atenerse  a las consecuencias los miembros de ese organismo que desacaten las disposiciones   contenidas en la resolución de la Cámara Baja que dispuso las indagatorias sobre el conflicto.

Recordó que el artículo 2  ordena a los miembros del Pleno de la JCE abstenerse   de opinar, referirse,  “y claro que sí”,  resolutar sobre cualquier tema que tenga que ver con la investigación que realiza la comisión.

Agregó que de ahí  la recomendación que hicieron al Pleno de la JCE para que sacara de agenda el conocimiento de  un informe  de la comisión de oficialías, “no para enjuiciar a nadie porque la Junta no tiene facultad para eso”. Merán  dijo que la comisión investigadora se siente satisfecha y contenta de que no obstante el presidente de la JCE, Roberto Rosario, no compartir su opinión a ese respecto, obtemperó a sacar el tema de la agenda.