Los inversores de bonos no han creído el mensaje de la Reserva Federal y han mostrado claros síntomas de preocupación tras las palabras de Jerome Powell en la jornada del miércoles, tras anunciar la primera subida de tipos desde 2018.
Tras el anuncio la diferencia entre el rendimiento de los bonos a cinco y diez años se invirtió por primera vez desde marzo de 2020 y la de los bonos a dos y diez años se acercó peligrosamente.
«El mercado está descontando un mayor riesgo de recesión y eso se puede ver con la inversión entre los rendimientos a cinco y diez años», dijo Andrzej Skiba, jefe de renta fija de EE. UU. en RBC Global Asset Management. «La Fed está enviando un fuerte compromiso para combatir la inflación».
«Es como si Powell quisiera sonar optimista pero al mismo tiempo duro con la inflación sin señalar que esto finalmente terminará con un error de política y un riesgo de recesión en el back-end», dijo George Goncalves, jefe de macroeconomía de EE. UU. estrategia en MUFG. «El tiempo dirá.»
El nuevo diagrama de puntos de la Fed (dot plot) conocido tras la reunión del miércoles señala un tipo de interés de los fondos federales del 1,9% a finales de 2022 y del 2,8% a finales de 2023.
«Ayer revisamos nuestra previsión de la rentabilidad del Tesoro a 10 años para finales de 2022 hasta el 2,40%», señalan los analistas del SEB.
Reserva Federal (Fed) sube tipos para combatir alta inflación
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció ayer la primera subida de tipos de interés desde 2018 en un viraje hacia una política monetaria contractiva que permita combatir la elevada inflación que se vive en el país, agravada por la invasión rusa de Ucrania.
El banco central estadounidense subió el tipo de interés oficial en 0,25 puntos porcentuales, lo que lo sitúa en una horquilla de entre el 0,25 % y el 0,5 %, tras dos años anclado en niveles cercanos a 0 para tratar de paliar los efectos sobre la economía de la pandemia de la covid-19.