Mercado de Dajabón  100 MM a la semana
Genera, además, alrededor de 40 millones de dólares al año

<STRONG>Mercado de Dajabón  100 MM a la semana<BR></STRONG>Genera, además, alrededor de 40 millones de dólares al año

DAJABÓN. Aunque el mercado de mayor  volumen de  exportación  desde República Dominicana hacia  Haití es el de  Jimaní, el  mercado  binacional de Dajabón es considerado  el más  importante a nivel de  intercambio comercial  de los que se desarrollan en la zona fronteriza de ambos países.

Este mercado,  que realiza sus actividades todos   los  lunes y viernes del año, cuenta  ya con una participación  de  más  3 mil  comerciantes provenientes de  diferentes  lugares  de ambos lados de la  isla. Y, particularmente  para las  ciudades de Dajabón  y Ouanamenthe (Juana Méndez) representa la principal fuente de  ingresos, está viciado de  irregularidades que impiden que se concretice su futuro prometedor.

Según datos ofrecidos por los propios comerciantes, el mercado de esta ciudad genera  más de  100 millones de pesos semanales  y alrededor de 40 millones de dólares al año, mercadeándose  productos de allá  y de aquí.

Con el surgimiento  de los primeros casos de cólera en Haití en los   últimos meses del  2010, la  dinámica tradicional de funcionamiento  del mercado fue interrumpida,    y el cierre  de  la frontera durante varias semanas  impidió la entrada de los  haitianos al mercado,  provocando  grandes   pérdidas, tanto a haitianos como a los dominicanos.

El nuevo mercado.  Como medida provisional se creó el mercado  nuevo, aún sin terminar, y se instalaron  letrinas provisionales y se colocaron grifos de agua, como medidas de  higiene  dentro  de las  instalaciones de la plaza. Y esto, si bien es cierto que descentralizó el área central de  la ciudad,  no es menos cierto  que  se dio inicio al mercado, que no estaba listo para  el desarrollo de estas actividades comerciales,  por su magnitud e importancia.

Más humano.  Una  propuesta formulada  por Solidaridad Fronteriza y un grupo de comerciantes de esta ciudad, conjuntamente con miembros de la sociedad civil, compuesta por  Tomás Sosa, Luisa Ozuna, Sandra Sánchez, María Familia, Ana Lucía Estévez, Manuel Castillo, Salvador Ramírez, César Estévez  y el sacerdote Regino Martínez, analiza el modelo de gestión que puede  llevar al mercado a funcionar de  manera más  humana, beneficiosa  y  con grandes perspectivas para ambas naciones.

“Las  transacciones comerciales son realizadas sin ningún tipo de reglamento  de  funcionamiento de mercado, lo que favorece la aparición  de deformaciones en el proceso  de comercialización por falta  de  información sobre los precios, abuso de la posición dominante de los comerciantes, la  corrupción  y  la  creación  de barreras   en favor  del control de los  precios  son de los graves problemas que tiene en la actualidad este mercado binacional”, según señala el señor Salvador Ramírez.

Restricciones.  Según Ramírez,   referirse al mercado  binacional  es  hacer  una apreciación  incierta,  ya que  en las  más  de tres  décadas de mercado que se viene realizando en esta ciudad,  la participación del ciudadano haitiano ha sido  restringida  a la  mera venta, sobre todo de  ropa  usada y al  abastecimiento de alimentos y bienes de primera  necesidad,  sin que  el ayuntamiento  de este municipio o las organizaciones de la sociedad civil participen en  ningún aspecto de la organización de este mercado  o se  beneficien  de  algún modo  de la recaudación.

 “Las condiciones  del mercado  no han mejorado porque el ayuntamiento no tiene una política definida, y hay que  comenzar a definir  un plan de gestión del mercado  a partir de la elaboración de una propuesta alternativa para  solucionar los problemas  identificados”, señala  Ramírez.

 Infraestructura inadecuada.  Según esta comisión,  las causas  que originan los problemas en el  desenvolvimiento del mercado son  infraestructura  inadecuada e inconclusa, así como un excesivo  número de comerciantes  fijos  y oportunistas en un espacio  insuficiente; diseño  y distribución de los puestos poco eficientes, vías de acceso en mal estado   y desconocimiento de los  usos  y costumbres por los comerciantes.

Esto obviamente  provoca que  los servicios sean precarios, inseguridad, insalubridad,  precariedad, hacinamiento, caos en la circulación, descontrol en la  entrada  y salida,  entre otros.

 “Lo primero que  hay que tomar en cuenta, si queremos que el mercado funcione de  manera  normal, es que tenemos que tomar en cuenta que el comerciante  haitiano dinamiza  la economía de la región,  y por tanto  su presencia  y participación es  importante”, explica  Tomás Sosa.

Zoom

Aumentan precios

El traslado del mercado binaciconal del lugar donde operó inicialmente, en el centro de la ciudad, ha sido aprovechado para que las autoridades municipales para aumentar los precios que cobran anteriormente a los comerciantes, por realizar sus operaciones, según explicaron los señores Ramírez y Sosa.

Indicaron que los precios han sido aumentados hasta dos y cuatro veces el monto original, y acusaron también a las autoridades del cabildo de  la  falta de  cualquier  tipo de control y organización,    en su calidad de órgano  responsable  de la  gestión  del mercado

  Ramírez y Sosa consideraron que hay que ayudar a los comerciantes a que las instalaciones del mercado se mantengan y se conserven sin  problemas.

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