En el Mercado de Las Pulgas se vende y se compra de todo, en un entorno que no tiene las debidas condiciones higiénicas ni orden.

Allí interactúan las personas en medio del bullicio, el desorden, el sucio, el mal olor y el caos del tránsito. Los vendedores ambulantes y quienes van a comprar toman un carril en ambas vías del kilómetro 12 de la Carretera Sánchez, provocando entaponamientos.

Las autoridades del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste mostraron su interés ayer en cobrar a cada caseta los 100 pesos que deben pagar cada domingo. Sin embargo, los comerciantes no saben si se crearán mejores condiciones en dicho mercado.

Los que están debajo del elevado de la avenida Luperón dicen que quienes están provocando el caos en el tránsito son los vendedores que han salido del lugar donde fueron reubicados inicialmente por el entonces alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo. Cada domingo se suman más vendedores.

El expresidente de la Asociación de Vendedores de Las Pulgas, Marqués Geraldino de los Santos, dijo que es fuerte el lodo que se produce en el mercado cuando llueve. Estima en más de cinco mil los comerciantes que acuden a vender a la zona. Aseguró que muchos ambulantes han ocupado las áreas públicas, creando un desorden en el tránsito.

Solicitó a las autoridades invertir los recursos que pagan para que el mercado funcione mejor y organizar el área, a fin de que no se siga creando caos en el tránsito. Dice que en el mercado se vende de todo y que llegan compradores hasta procurando cartones.

Allí hay vendedores de varias nacionalidades, destacándose de Haití, Perú, China y México, entre otros. El bullicio y el choque entre las personas son normales. Los vendedores anuncian con altoparlantes sus artículos.