Mercados de Brasil disfrutan un año brillante

Mercados de Brasil disfrutan un año brillante

POR JONATHAN WHEATLEY
Durante las últimas semanas, las expectativas estaban altas en los mercados de bonos, porque el gobierno brasileño está preparando una emisión en reales. Si se produce, será la primera en la historia del país, y solo la tercera emisión de bonos en moneda local de América Latina. .

Hasta ahora, los mercados siguen esperando. Pero mientras el Tesoro de Brasil espera el momento adecuado, el sector privado del país ha seguido adelante.

Banco Votorantim, una parte del conglomerado industrial Votorantim, encabezó la ruta a finales de noviembre con un equivalente de US$75 millones, 1bonos internacionales a 18 meses que pagan intereses de 18.5% anual.

Fue seguido este mes por la unidad local de ABN Amor, y por Bradesco y Unibanco, dos de los mayores bancos del sector privado de Brasil, con emisiones equivalentes a un total de más de US$300 millones.

 “Inicialmente, vamos a ofrecer US$50 millones, pero había demanda por más de US$100 millones”, dijo pedro Mollo, director de operaciones de bonos de Banco Votorantim. “”Nos paramos en los US%75 millones para dejar demanda para el mercado secundario”. Todas las emisiones fueron suscritas.

Gran parte de la demanda provino de los fondos de cobertura que esperan diversificar lejos del dólar estadounidense.

Para muchos inversionistas, las nuevas emisiones también ofrecen una primera probada a las altas tasas de interés disponibles en el mercado interno de Brasil, de las cuales muchos administradores de fondos están separadas por sus mandatos de inversiones. Antes de las emisiones en reales, su único juego en la economía brasileña fue a través de bonos en moneda extranjera, que pagan intereses mucho más bajos.

Lo que ha hecho posible las nuevas emisiones son los diferenciales más bajos en los rendimientos de bonos brasileños. Hace dos años, la prima de rendimiento exigida por los inversionistas para comprar bonos brasileños en lugar de “treasuries” norteamericanos de maduración similar era de más de 2,000 puntos básicos.

Desde entonces, ese “spread” ha bajado a menos de 400 puntos, el nivel más bajo desde 1997, lo que refleja una confianza creciente en la capacidad de la economía brasileña y en su capacidad de aportar un crecimiento sostenido.

Se espera que la economía crezca en más de 5% este año, después del estancamiento de 2003.

Cuando la confianza de los inversionistas está en el nivel más elevado en años, se ha estado esperando que el gobierno aproveche la oportunidad de emitir en reales. Pero es probable que haya que esperar hasta que la actividad del mercado levante, después de las festividades.

 “Sabemos que la demanda existe, pero no estamos mirando esto ahora”, dice José Antonio Gragnani, secretario asistente en el Tesoro.

Han aumentado las especulaciones desde inicios del mes pasado, cuando el gobierno de Colombia emitió papel por valor de US$375 millones con maduración en 2010. El primer negocio en moneda local latinoamericana se hizo en Uruguay, en 2003.

Para los emisores existen ventajas poderosas para situar dinero en el extranjero en sus propia moneda. La primera es que el riesgo del cambio se pasa al inversionista.

Normalmente, las compañías brasileñas que emiten en dólares o euros tienen que contratar a fondos de protección para que cubran el riesgo monetario. Esto es caro, y el costo de no hacerlo puede ser traumático, como descubrieron muchas compañías después de la fuertes devaluación del real en 1999 y 2002. En la medida que el real se ha estabilizado, los inversionistas extranjeros se ven más dispuesto a correr el riesgo.

Los bonos en moneda local también le permiten a los emisores probar una nueva clase de inversionista que busca de retornos más altos que los que están disponibles de papel denominado en moneda extranjera.

Mientras que aceptan el riesgo cambiario por tasas de interés más altas, los inversionistas también se ven estimulados por ver que los emisores tomen la opción de la moneda local, que se considera un paso a un préstamo más responsable por parte de los gobiernos y las compañías.

Los bonos también le ofrecen a los emisores una alternativa al papel en que normalmente emiten en los mercados domésticos, a un costo ligeramente más bajo.

“Los inversionistas locales se siente mucho más felices con bonos a tasas flotantes que a tasas fijas”, dice el señor Mollo. “No hay un mercado significativo en Brasil para los bonos de tasa fija a término medio. Eso es diferente con los inversionistas extranjeros”.

Aunque estén denominados en reales, todas las transacciones en bonos se hacen en dólares a la tasa de cambio del día.

Ninguno de los bancos emisores traerán las ganancias a Brasil, Si lo hicieran, incurrirían en un impuesto de 15% sobre el interés pagado. Al contrario, el dinero se quedará en el extranjero, para prestarle a clientes multinacionales brasileños, operaciones estructuradas y otras actividades del día.

Las emisiones en moneda local fijan el sello que ha constituido un año trascendental para los mercados de capital de Brasil, con una serie de emisiones que subrayan la madurez creciente de sus mercados de valores. Una emisión soberana exitosa denominada en reales sería otro paso adelante, pequeño, pero importante.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

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