La apertura dos días a la semana de la frontera entre República Dominicana y Haití para el intercambio comercial permite el trasiego de drogas hacia acá en una operación que los narcotraficantes denominan «hormigueo», que consiste en una red que transporta uno o dos kilos de cocaína por persona hasta pasar 300 kilos en un día.
«El problema de Haití es gravísimo. Es más grave que de lo que ustedes pueden leer en los medios de comunicación», advirtió el vocero de la Dirección Nacional del Control de Drogas (DNCD), coronel Jacobo Mateo Moquete.
En el cuatrienio que ha dirigido la DNCD el mayor general Manuel Antonio Lachapelle Suero, informó Mateo Moquete, han incautado un promedio de 1,500 kilos de cocaína por año, lo que sumarían 6,000 kilos en todo el período.
Dijo que otra forma de transportar la droga es a pie por las montañas fronterizas. Dijo que hay muchísimas formas, y que recientemente un soldado fue asesinado y las investigaciones daban que pudo haber estado motivado por el tráfico de drogas.
Otra de las formas en que trafican la droga es camuflada. Han descubierto vehículos a los cuales le hacen canaletas para disfrazar el trasiego.
La droga que ingresa desde Haití debe ser un dolor de cabeza no sólo para la DNCD sino para toda la República Dominicana, advirtió el oficial antinarcóticos.
El «tumulto» que provoca el comercio en la frontera dominico-haitiana es lo que le facilita a los traficantes el traspaso de drogas, dijo Mateo Moquete.
«Desde Colombia la droga llega a Haití, e inmediatamente llega allí el próximo paso es la República Dominicana», dijo Mateo Moquete al ofrecer declaraciones en La Esquina Joven de HOY. Afirmó que la DNCD se mantiene vigilante para hacer cumplir la Ley 50 88 sobre Drogas, ante el incremento de la demanda en el país, y el peligro en los barrios como Capotillo y Gualey donde enfrentan a tiros sus agentes, con armas modernas.
«Lamentablemente nuestros hermanos haitianos han tenido una historia muy triste de un tiempo hacia acá con relación al narcotráfico. Ahora hay unas autoridades que están enfrentando la situación, y no podemos decir lo mismo», expresó el vocero de la DNCD.
Mateo Moquete participó en el conversatorio coordinado por La Esquina Joven el fin de semana, por la celebración el pasado sábado del Día Internacional contra las Drogas.
También participaron Leopoldo Díaz, presidente de Hogar Crea; Radhamés de la Rosa, director de Casa Abierta; Nilo Mercedes, director de la Casa Mesón de Dios; Hanoi Vargas, subdirector de la Casa de Restauración y Carlos Morales, coordinador Terapéutico de la Fundación Fénix.
Esas organizaciones integran la Asociación de Tratamiento y Prevención de Adicciones en la República Dominicana.
[b]PUENTE Y MERCADO[/b]
El coronel Mateo Moquete manifestó que aparte del país ser un puente para el tráfico de drogas, también se ha convertido en un mercado debido al creciente consumo que se registra. «La situación no es alarmante, pero es preocupante», advirtió, al referirse a que cada vez más es menor la edad de inicio de las personas en el uso de estupefacientes.
No es posible saber, dijo, la cantidad de kilos de cocaína que pasa por el territorio dominicano. Pero si se toma en cuenta sólo el monto que incautan se trata de suma altamente millonaria.
«A veces los investigadores le están dando seguimiento a un caso porque tienen informes de que van a llegar 200, 300 ó 1,000 de droga en un momento determinado, por tal vía, y de buenas a primeras ese caso se te cae. Como investigador tú podría decir: bueno, esos 500 kilos )llegaron, lograron su cometido? Pero no podemos decir una cantidad determinada de droga que pasa.
[b]KILOS, MILLONES Y CORRUPCION[/b]
El precio del kilo de cocaína es de US$30,000 promedio, de acuerdo a los parámetros de la ciudad de Nueva York, que han investigado los agentes antinarcóticos. Mateo Moquete puso como ejemplo que si se multiplica US$30,000 por 500 kilos de cocaína da como resultado US$15 millones, monto que es manejado por una gran estructura.
«No es cierto que US$15 millones lo van a manejar cuatro haitianos y cinco o seis personas de este lado», agregó.
Donde está el narcotráfico, afirmó, está la corrupción y donde está la corrupción hay gente que ha sido comprada.
Cuando existe un gran cargamento de droga de por medio siempre los narcotraficantes tienen asegurada una ruta determinada para llegar a su objetivo. «Porque nadie, en la cabeza de nadie va a caber, que US$15 millones de dólares van a estar rondando en las manos de una persona que lo va a montar en un camión», agregó.
[b]VOZ DE ONG: INCOHERENCIA[/b]
El director ejecutivo de Casa Abierta, Radhamés de la Rosa, consideró que el problema central de la lucha contra las drogas en el país es la falta de coherencia entre las políticas oficiales, de las organizaciones no gubernamentales o privadas.
«Hace falta una coherencia entre lo que hace el Estado, lo que hacen las ONGs y lo que puede hacer el sector privado, que prácticamente no participa de esta lucha», precisó.
Entiende que el problema fundamental del país no son las drogas, sino que se sea capaz de saber manejarse en una sociedad donde siempre habrá drogas.
Admitió que no es posible que haya un control total del tráfico y consumo de drogas porque son actividades ilegales.
En el caso de las ONGs que luchan contra las drogas estimó que ahora están peor. La mayoría sin recursos, otras expulsadas de los locales incautados, como el caso de Mesón de Dios, y otras amenazadas como Crea y Casa Abierta.
«El plan contra las drogas dice: fortalecer las ONGs que luchan en entrenamiento y fortalecer la labor de prevención, y eso no ha ocurrido», añadió.
Leopoldo Díaz, presidente de Hogar Crea, lamentó que la debilidad moral de muchas personas es capaz de ceder a la tentación de una oferta de recursos económicos.