A merced de los delincuentes

A merced de los delincuentes

Boca Chica corre el riesgo de que mucha de la inversión, local y extranjera, que ha conquistado por el encanto de su playa, se desplace a otras latitudes debido al constante acoso que mantiene la delincuencia y porque las autoridades no hacen lo suficiente para garantizar la seguridad. El reciente asalto contra una pareja de esposos italianos, que por fortuna sobrevivieron a las heridas de arma blanca, es solo uno de los tantos casos de delincuencia que se cometen allí.

A pesar de que en la demarcación hay una dotación policial numerosa y bien equipada y abunda el personal de la Policía Turística, son muy frecuentes los atracos, robos y otros actos delictivos. A esta situación contribuye el pobre alumbrado callejero en ciertas zonas del poblado, donde funcionan establecimientos de diversión nocturna propiedad de dominicanos y extranjeros. A esto se suma la alta concentración de prostitución y drogas que ha hecho de este polo turístico un paraíso del vicio, la delincuencia y la complicidad.

Algunos propietarios de negocios, extranjeros y dominicanos, temen que tendrán que retirarse porque la inseguridad ha hecho disminuir el flujo de clientes. La actividad turística es parte importante en la vida económica de Boca Chica, pero el pueblo está a merced de la delincuencia y las autoridades fallan en la tarea de impedirlo.

Nunca es demasiado tarde

La visa para trabajadores temporeros extranjeros, que ha debido existir desde hace decenios, llega ahora de manera repentina, empujada por los torbellinos generados por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la nacionalidad dominicana. Para un país que ha vivido bajo un flujo constante de inmigrantes, en mayor número de nacionalidad haitiana, este instrumento viene a llenar un hueco en las relaciones comerciales con el exterior.

Con esta disposición se da carácter formal a un estatus que solo ha existido en los hechos, lo que debe permitir mejores controles y registros sobre la población laboral de origen extranjero que hay en el país. Este instrumento deberá estar dotado de codificaciones de seguridad que impidan su manipulación comercial como parte de las actividades de trata de personas. Nunca es demasiado tarde para enmendar una vieja e injustificable falta.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas