Mercedes Castillo, es un nombre emblemático en el Colegio Dominicano de Periodistas, un referente de lo que se denomina el bien hacer en su dilatada vida privada y pública. Y cómo gremialista, es altamente querida por quienes han compartido con ella, quienes las conocen a cierta distancia y también quienes tienen referencia de sus ejecuciones al frente del gremio profesional.
Ella es lo que en buen término se denomina una exquisita dama, un ser humano noble, humilde, de trato afable, justo, equilibrado y de muchas cualidades humanas que las adornan. Tiene en su haber lo que ella con orgullo enarbola, su condición de egresada a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, siendo maestra permanente (con poco tiempo en las aulas tradicionales de cuatro paredes) y creadora en esa academia del Centro de Documentación de la Escuela de Comunicación Social, algo que replicará, esta vez, con el auxilio de la tecnología.
“Sosa puede decir que soy uasdiana hasta la tambora, todos ahí son mi gente, son carne de mi propia carne”, así se expresó Mercedes, quien con la anuencia de los miles de votantes las van a instalar como la inquilina principal de la casa del CDP, en la cual se alojarán los directivos de la plancha número uno del Movimiento Marcelino Vega, que ella encabeza.
También esta comunidad de gente inteligente votará por Olivo de León al frente del Instituto de Prevención y Protección del Periodista (IPPP), Sidy Roque, en el Tribunal Disciplinario y Rosanna Figueroa, por la plancha del Distrito Nacional. En cada uno de las mismas, están a borbotones los hijos de la UASD.
El colegio vive una etapa especial, por eso los periodistas en sentido mayoritario les pidieron a Mercedes que con su la madura y racionalidad asuma el timón de la entidad que agrupa a los periodistas. Y ella con su mesura y su sentido juicioso del momento aceptó el reto con la condición de modernizar y adecuar al CDP a la época cibernética y digital que vive el mundo. También para reorientar su economía, atendiendo a lo que se denomina convergencia de medios, crear el Instituto de Actualización y Formación Superior de Educación de la agrupación profesional, abogar por la construcción de un edificio de parqueos y un centro de convenciones, así como desarrollar los planes de asistencia social, de salud, culturales, deportivos y recreativos de periodistas. Volverán los cursos, los seminarios, los diplomados, los talles, los viajes al exterior e interior de la República Dominicana, las alianzas estratégicas, con otras instituciones para beneficiar a sus miembros. Esto será tanto fuera como dentro del país. Vendrán las pasantías, se creará una emisora, un periódico y un canal de televisión digital, y se creará la figura del Community Maneger para alimentar la página Web y trabajar toda la plataforma y entornos virtuales del Colegio. Es pensar y actuar a favor de la dignidad y fortaleza de la membresía, es decir, de la clase.
Los uasdianos, tanto los que laboran en el plano administrativo como docente y sus egresados son entes con una visión crítica, que ven más allá de la curva (son como los digo en las aulas, ustedes son líderes) y tienen un pensamiento flexible y bien claro de lo que desean y de lo que más conviene para la comunidad y el mapa donde se desenvuelven.
Es por eso que no se prestarán bajo ninguna circunstancia llevar al frente del CDP, a una persona que no es ni ariete ni pariente de la Madre Nutricia, ni tampoco a una persona que vive en el interior del país y pernocta poco tiempo en la urbe donde está la sede central del gremio. Y además duró dos años al frente del Instituto de Prevención y Protección del Periodista y no ha podido exhibir una actividad y ningún logro, por el contrario dejó caer las ayudas que se les daba a los periodistas que estaban en condiciones precarias, no se alcanzó ni una pensión y lanzaron al vacío los acuerdos en materia de seguridad social y convenios con centros de salud.
Se perdió la tradición de las entregas de donaciones de útiles escolares a los hijos de los periodistas; los juguetes en tiempo de Reyes, las fiestas, las caminatas, los viernes sociales, las bicicletadas y los diversos operativos, así como la defensa judiciales a los colegas y trabajadores de la prensa que se hacía anteriormente en el Colegio, y que ante esa ausencia, lo asumía como un deber vocacional y de responsabilidad social, el MMV.
La victoria de Mercedes será un proceso normal y sin trauma, ya que es la que agrupa no sólo dos generaciones, sino todas las generaciones de periodistas que convergen en nuestra entidad profesional. Ella está en la UASD como en el CDP, como el pez en su agua, en un Eco ambiente limpio y amigable. Atendiendo a esa realidad natural es que ella con todo orgullo que es uasdiana y gremialista del CDP hasta la tambora. Se escuchan los tambores de victoria para la integración y gobernanza con humildad y sangre liviana, porque el Colegio de Periodistas es de todos y todas y lo que se requiere es la unidad y familiaridad para rescatar la imagen de la institución. Y como se expresa: ¡la familia unidad jamás será vencida!.