Mereces vivir en sosiego económico

Mereces vivir en sosiego económico

“Quienquiera que crea que contribuye a mantener la obra de Dios en la tierra,
no puede por menos creer que Dios le ayudará”
 Charles Fillmore
 
Hacer un salto de conciencia es uno de los pasos más trascendentes en el camino de tener serenidad con el dinero. Implica cambiar el foco de atención, y pasar de una conciencia de prosperidad orientada en la información que nos brinda los sentidos, a una conciencia de prosperidad que coloca a Dios como fuente de suministro.
 
Con mucha frecuencia, perseguimos el dinero creyendo que su acumulación nos dará seguridad económica, cuando lo que realmente deseamos es tener sosiego económico, que implica un estado de calma frente a los temas financieros, porque logramos reconocer que la fuente de riqueza es inagotable.
 
Mateo 17:20 relata que Jesús dijo a los discípulos que tenían muy poca fe, y les aseguró que si la tuvieran, aunque sólo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a una montaña “Quítate de aquí y vete a otro lugar”, y la montaña se movería, porque nada les sería imposible.¿Puedes verte en ese nivel de poder?
 
El dinero es un estado de ánimo y la abundancia un estado de fe. Cuando elegimos poner a Dios primero, la riqueza en el mundo es una consecuencia natural. Reconocer al Altísimo como el origen infalible de provisión tiene su máximo reflejo en la práctica del diezmo. El libro sapiencial de los Proverbios (3:9-10) dice que honrar al Señor con nuestros bienes, llenará nuestros graneros con abundancia. ¡Lo he probado y funciona!
 
Tener a Dios como socio de nuestro trabajo es otro importante paso para ganar serenidad en los temas de dinero. ¿Conoces un asociado más apropiado que Él? La evidencia muestra la grandeza, fortaleza y opulencia de toda su obra. Diezmar es una tradición espiritual muy antigua y una ley universal de prosperidad, utilizada por las civilizaciones más grandes y ricas, para sintonizar con la abundancia. Su práctica ha beneficiado a egipcios, babilonios, chinos, judíos, griegos y romanos, quienes han reconocido y respetado la verdadera fuente de la riqueza.
 
El evangelista del pensamiento positivo Bob Proctor dice: “Véase a si mismo viviendo en la abundancia y usted la atraerá, funciona todo el tiempo, conmigo y con cualquier persona”. ¿Conoces a alguien que pueda dar sin tener? Sólo los niños dan aquello por lo que no han pagado. Los adultos responsables dan de lo que tienen. Diezmar es un acto de confianza al sembrar nuestras semillas en el terreno de Dios. Es separar una décima parte de lo que recibimos (sueldo, regalos, herencias, intereses de inversiones, etc) y donarla a la iglesia, templo, mezquita, u otra organización donde recibes el alimento espiritual que impacta positivamente en tu relación con Dios.
 
El conferenciante Alex Arroyo dice:“Todo lo que observas en el mundo físico y que ves como tangible y real se ha creado en el mundo invisible e imaginario. Cuando realmente comprendas esto, ya no sentirás limitación respecto a tu propio destino”. El dinero es un «flujo de energía» igual que la energía cinética, atómica y eléctrica. Todas las formas de energía siguen las leyes de la creación, ¡también el dinero!
 
La capacidad de contener la energía del dinero se relaciona con la autoestima, el merecimiento, el autorespeto y el propio amor. ¿Conoces a alguien que se ha desequilibrado por asuntos de dinero? La mayoría de las personas saben que los aparatos eléctricos sólo funcionan con el flujo de corriente apropiado para la capacidad que tienen. Demasiada energía y el equipo o los cables se queman. Muy poca, y no pueden funcionar.
 
Lo mismo nos ocurre a nosotros, mucho dinero nos funde si no hemos crecido en una conciencia de prosperidad, ¡y muy poco nos paraliza! Cuando damos el diezmo con alegría, gozo y amor, y no por obligación o miedo, nos embarga una placentera sensación de calma que no se interrumpe con las circunstancias que vivimos. Podemos tener poco o nada, y aún así sentir que todo nos pertenece y que tendremos más que suficientes para cumplir nuestros sueños.
 
A nivel práctico, el diezmo es una manera de expresar nuestra gratitud por vía de una acción. A nivel espiritual, la experiencia del diezmo fortalece nuestra confianza en Dios y transforma nuestra relación con el dinero, para convertirla en una vivencia de amor hacia nosotros mismos. Mi experiencia al entregar el diezmo es que me embarga una deliciosa serenidad económica, además, las oportunidades de ganar dinero aumentan, la creatividad se fertiliza, el ahorro se incrementa y ¡las bendiciones se multiplican de un modo extraordinario!
 
Si por alguna razón tus finanzas están deterioradas, ¡para de afanarte! Una mejor idea es invertir tiempo en visualizar que llevas a depositar en tu cuenta grandes cantidades de dinero, que estás compartiendo tu abundancia con la gente que quieres y que llenas tus sobres de diezmo con muchos billetes.
 
Abraham Hicks, considerado por muchos el mayor maestro espiritual de estos tiempos dice: “Cada día aprovecha un poco más tu tiempo imaginando y mucho menos tiempo haciendo. Haz un poco más de visualización y un poco menos de intentos. Hasta que finalmente la mayoría de lo que está sucediendo esté pasando en el fresco y tranquilo estado de anticipación. Solo imagínate triunfando, disfrutando de tus éxitos y observa lo que sucede. Imagina un poco más y actúa un poco menos”.
 
Te garantizo que si haces esto tendrás todo el sosiego económico que deseas y mereces.

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