Merienda por la salud

Merienda por la salud

POR INGRIS LEYBA
Una tarde de otoño, envuelta entre las brumas del tiempo pero no del recuerdo, Vivian Reyes de Álvarez, conocedora de las necesidades económicas que hace unos 52 años caracterizaba al Instituto de Oncología, invitó a un grupo de amigas a una merienda de las sábanas, que no era más que un encuentro informal  entre conocidas, pero que hoy,  transcurrido el tiempo, se ha convertido en una entidad que cada año une a cientos de voluntarias en una actividad que recauda recursos a beneficio del Instituto Contra el Cáncer.

Hoy como ayer, el llamado de cooperación oficiado por la Fundación Merienda de las Sábanas “Vivian Reyes de Álvarez”, de la Rama Femenina de la Liga Dominicana Contra el Cáncer, ha encontrado eco en el corazón de quienes han aceptado que el querer como el hacer viene de Dios.

Y así rodeados de hermosos arreglos de orquídeas y un ambiente cálido, Mayra de Franco, secretaria de la Fundación, agradeció el apoyo y la presencia de cada una de las tantas invitadas que asistieron a la actividad, desarrollada en el Santo Domingo Country Club. 

En su alocución excusó a María Natalia de Reyes, presidenta de la entidad, quien no pudo asistir por motivos familiares, y posteriormente leyó un pequeño mensaje que enviara la Presidenta.

“Una vez más en nombre de aquellos que allá en el instituto tienen una esperanza, nuestra gratitud a todas las personas que como ustedes con su presencia y aquellos que ausentes, sin vacilación han oído nuestro llamado, a la decoradora de este evento Lilin Peña, a la orquesta de Leo Suberví, a la maestra de ceremonias, Evelin Díaz, al Santo Domingo Country Club por aportar con sus instalaciones y a todas las personas  que de una forma u otra  han colaborado con este proyecto, gracias de todo corazón”.

La Fundación, que inicialmente donaba sábanas al Oncológico, tiempo después y ante las profundas necesidades económicas existentes, la falta de equipos y medicamentos en el Oncológico, decidió institucionalizar el encuentro que desde 1952 se realiza ininterrumpidamente.

Las invitadas a la actividad, que con su presencia aportaron para que la vida de muchos enfermos de cáncer provenientes de familias de bajos recursos sea menos difícil, pudieron deleitarse y adquirir una gran variedad de accesorios, productos y servicios que se exhibieron en el acto.

 Finalmente, con la alegría a flor de piel por el éxito del emotivo encuentro, y escuchando la contagiosa música de Leo Suberví, los asistentes fueron invitados a degustar un exquisito bufé y una fina selección de bebidas.

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